Uno de los deportistas españoles más queridos vuelve a la competición: Rafael Nadal regresará a las pistas de tenis en enero tras meses lidiando con sus problemas físicos, y no puede ser casualidad que su firma de relojes de cabecera, Richard Mille, lanzó ayer la última versión de su modelo RM 35-03 Automático Rafael Nadal.
Este reloj, que no es el ejemplar con el que juega los torneos (ese pertenece a la línea RM 027 con tourbillón) se presentó hace justo dos años. Entonces pasó a integrar el catálogo de los RM 035 inaugurado en 2011 a mayor gloria del campeón balear, y lo hizo como el cuarto de la colección. Mostraba la característica forma de barril de los Richard Mille y aportaba un nuevo mecanismo de cuerda. Se fabricó con una caja blanca y correa azul celeste y con una caja azul oscuro y correa blanca, y se vendió a un precio de unos 200.000 euros.
Ahora se les suma a aquellos dos una iteración en negro elaborada con TPT de carbono, «la tecnología de capa delgada» que hace referencia al método por el que se unen finas capas de silicio con resinas de distintos colores en hornos de alta presión. Nada más cambia. Sigue incorporando un rotor con forma de mariposa, un sistema que permite al portador del reloj controlar el bobinado del movimiento automático y ajustar la velocidad de cuerda del calibre en función de su nivel de actividad gracias a un pulsador.
Así, el usuario puede cambiar del modo «normal», que arma el barrilete de muelle real, al «deportivo», que suspende la actividad del rotor. En la esfera, un indicador de cuerda a las 6h muestra si la masa oscilante está activa (on) o inactiva (off). De esta manera, garantiza el rendimiento óptimo del instrumento. Es una extensión del rotor de geometría variable, otro elemento distintivo de los mecanismos automáticos de Richard Mille.
No tardaremos en ver al campeonísimo con él puesto.
Texto de Ana Franco
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