El gran revival de la bufanda skinny

El efecto 2000 sigue influenciando las tendencias estéticas del momento, marcando ahora el comeback real de la bufanda skinny. Ese accesorio sin ninguna función práctica que pareció morir hace unos años, resucita ahora en las pasarelas y en el streetstyle para embellecer nuestros cuellos durante la primavera.

Que la moda sea cíclica supone que piezas como el pañuelo fino se glorifiquen y detesten dependiendo de la época en la que nos esté tocando vivir. Se trata de un accesorio diseñado y reimaginado en infinidad de materiales, longitudes y tonalidades que formaron parte un imaginario estético, cuanto menos, ecléctico: desde el de las estrellas del rock, hasta el de las damas elegantes, las vedettes o los iconos pop como Hilary Duff o Ashley Tisdale a principios de los 2000.

LA REINTERPRETACIÓN DEL ACCESORIO

Este nuevo elogio colectivo a la skinny scarf se produce ahora en una versión actualizada más chic, sofisticada y elegante que sus interpretaciones precedentes en las que esta bufanda se incorporaba en looks desconcertantes como los de Mischa Barton. Ahora, el pañuelo fino regresa para abrazar el lado romántico de la moda, sumergiéndose dentro de la tendencia “Frazzled English Woman”, y actuando como un complemento ornamental y fluido.

Todas esas reinterpretaciones que iban desde el ganchillo, la seda o el satén hasta los efectos de brillo o purpurina resplandecían en los cuellos de diversos iconos del starsystem. Aunque la inspiración real viene de los años 70, cuando los pañuelos eran el must-have de estrellas del rock como David Bowie, Mick Jagger o Jimi Hendrix. De esa emulación de las leyendas de la música o de la sordidez indie bebieron precisamente las grandes it girls de los 90 Kate Moss, Sienna Miller o Alexa Chung.

Ahora, referentes de la moda contemporáneos como Bella Hadid o Kaia Gerber vuelven a vestir pañuelos finos combinados con blazers, creando versiones más preppy o girly, hasta otras influenciadas por el indie sleaze con camisetas de tirantes y vaqueros que podrían evocar la nueva era de Saint Laurent. Sea como sea, y a pesar de no tratarse de un accesorio precisamente funcional, queda totalmente comprobado su poder a la hora de darle un giro completo al look y elevarlo.