Entremezclando técnicas sartoriales y elementos de alta costura, el director creativo continúa enfocándose en la importancia de los detalles y las texturas.
El pasado viernes arrancaba la cuarta jornada de la Semana de la Moda de Mujer en París, concretamente en el histórico Château de Vincennes, situado a las afueras de la capital. El castillo fue construido entre 1340 y 1410 y se convirtió en el más grande de la Edad Media. Ahora, seicientos años más tarde, es escogido por el mismísimo Jonathan Anderson como la ubicación ideal para desvelar su nueva propuesta femenina.
De esta forma, en su interior acogió el floral cubículo de LOEWE donde se reimaginó una exclusiva galería de arte decorada con 18 cuadros del artista Albert York. El estadounidense ha servido de gran inspiración en esta colección en la que se reimaginan algunos de sus trabajos más destacados a través de la inigualable imaginación del director creativo, quien los ha traducido en chaquetas abombadas, pantalones fluidos, abrigos florales, blazers con solapas metálicas o conjuntos de satén, entre otras atractivas opciones.
Un querido perro que se apodera de un vestido en forma de mosaico construido con minuciosos abalorios a juego con una versión limitada del bolso Squeeze y un anillo tipo sello; cinturones que se transforman en sandalias de tacón o especiales charms en forma de hortalizas. En el LOEWE de Jonathan Anderson todo es posible y nada es lo que parece.
Al mismo tiempo, el bolso Flamenco se presenta un un tamaño grande y vibrantes colores; mientras que el Puzzle se recubre de pelo y nuevas texturas para la ocasión.
«Creo que vivimos en un paraíso. Esto es un Jardín del Edén. De verdad. Lo es. Puede que sea el único paraíso que conozcamos. Y es tan hermoso. Y sientes que quieres pintarlo.» – Albert York
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