La colección masculina Otoño-Invierno 2025 de Louis Vuitton se despliega como una cápsula del tiempo que fusiona el presente con el pasado, una reflexión sobre el futuro vista desde el prisma de una amistad que ha marcado la historia de la moda.
Bajo la visión de Pharrell Williams y NIGO, esta propuesta no solo celebra la historia compartida entre ambos, sino que también traza un puente entre la cultura del streetwear y la sastrería de lujo. Es, en esencia, un testimonio de la simbiosis entre dos mundos que continúan empujando los límites de la creatividad.
La colaboración se basa en el cruce de sus respectivas herencias. Mientras que los archivos del diseñador japonés, que comprenden más de 10.000 piezas de vestuario, sirven como base para esta creación, la visión estética del director creativo de Louis Vuitton amplifica el enfoque global del streetwear, uniendo dos trayectorias marcadas por la subcultura urbana. Juntos, revisitan la relación simbiótica que se establece entre el Japón natal de NIGO y el corazón creativo de Pharrell, cuyas raíces se entrelazan profundamente con esa misma cultura.
En una puesta en escena diseñada por Wonderwall, el estudio japonés de Masamichi Katayama, la colección se presenta entre vitrinas que muestran objetos clave de los archivos de la Maison, Pharrell y NIGO. Estos artefactos sirven como marcadores culturales, momentos que han influido o sido influidos por los dos creadores a lo largo de su carrera. La exposición no solo es un homenaje, sino también un recordatorio de cómo la historia, cuando se revisita a través de la lente correcta, puede proyectarse hacia el futuro.
La colección resalta la filosofía LVERS, un ecosistema creativo que define el futuro del Prêt-à-Porter Homme de LV. Más que una línea de ropa, LVERS es una comunidad de creadores, cada uno unido por la admiración hacia el savoir-faire, el discernimiento y los viajes que alimentan su creatividad.
Una de las características más destacadas de la colección es la reinterpretación de los motivos japoneses clásicos a través del lente de Louis Vuitton. El Dandy Monogram, por ejemplo, se inspira en el tejido shippo, mientras que el Damier Dandy toma influencias del tejido tradicional utilizado en las ceremonias del té. La sastrería se ve enriquecida con el Kasuri, un tejido japonés que se proyecta en abrigos y trajes, mientras que el Cherry Blossoms Damoflage homenajea al sakura, símbolo de la efimeridad de la vida.
El streetwear, siempre presente en las colaboraciones de ambos diseñadores, se reinventa aquí bajo un enfoque dandy. Las chaquetas bombers y las parkas se elevan con una estética refinada, mientras que la sastrería de la casa francesa se reimagina para reflejar el espíritu del streetwear de principios de los 2000. Los estampados de camuflaje, infundidos con una dosis de savoir-faire y materiales de lujo, se fusionan con el leopardo, un clásico de la cultura rockabilly. La colección explora la intersección entre el lujo y la cultura urbana, una dualidad que se refleja en cada pieza, cada patrón, y cada textura.
En el corazón de la colección, los bolsos y accesorios hacen una clara referencia a la profunda amistad entre Pharrell Williams y NIGO. Los Phriendship Bags, que incorporan siluetas inspiradas en los perfiles de ambos, celebran la colaboración de estos dos íconos a lo largo de los años. Desde los primeros días de la LV Millionaires 1.0 en 2004 hasta la cápsula LV2 de NIGO en 2020, los bolsos Damier Phriendship y los nuevos baúles Squeeze ilustran la conexión emocional y creativa que ha unido a estos dos visionarios.
La influencia japonesa se deja sentir con fuerza en los bolsos, que se presentan en una paleta de colores inspirada en la naturaleza nipona: desde el yuzu amarillo hasta el rosa sakura. Los emblemáticos bolsos Speedy, tanto en piel como en cocodrilo, se revisitan en tonalidades sofisticadas como el índigo y el dorado kinsuai, mientras que los modelos más innovadores incluyen el uso de parches bordados y detalles que evocan la tradición del boro japonés. Un homenaje a la cultura japonesa, fusionado con la estética parisina de Louis Vuitton.
El arte japonés también se expresa en los baúles de la colección. En colaboración con Azuma Makoto, se reinterpreta el baúl Courrier Lozine 110 en cristal acrílico, con flores reales conservadas en su interior, mientras que otros baúles celebran la conexión entre la artesanía francesa y japonesa con detalles de la ceremonia del té y el sake.
Las zapatillas LV Buttersoft, con su piel suave y almohadillada, evocan el espíritu de principios de los 2000, mientras que el LV Remix, inspirado en el senderismo, redefine el concepto de derby de montaña. Los accesorios, desde las gorras vaqueras hasta los guantes con detalles gráficos de las caras de Pharrell y NIGO, muestran una atención al detalle que fusiona las influencias del streetwear con el lujo más contemporáneo.
Una temporada más, tuvimos el placer de asistir y descubrir en primera persona todas las sorpresas que Pharrell había preparado en su misión como director creativo de Louis Vuitton, cargo que asume desde febrero de 2023 y que, desde entonces, ha sabido desarrollar con una excelencia impecable.
Entre los asistentes al show se encontraban Travis Scott, Future, Victor Wembanyama, Pusha T, J Balvin, Don Toliver, Shygirl, BamBam, Skepta, Callum Turner, Bradley Cooper, Omar Sy, Adrien Brody, Rauw Alejandro, Gabriel Moses, ASAP Nast, Mahmood, BB Trickz o Miguel Bernardeau.
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