Afortunadamente, el poder del plus size se ha extendido más allá de la pasarela. Puede parecer que el mundo haya normalizado este concepto. Sin embargo, no es así. Las tallas grandes siguen siendo foco de miradas discriminatorias. Por ello, las modelos Paloma Elsesser, Tess McMillan, Precious Lee y Jill Kortleve hablaron en ‘Vogue Forces of Fashion‘ para discutir lo que las últimas temporadas han significado para ellas.
El movimiento plus size en la industria de la moda ha experimentado gratificantes cambios durante la última década, hasta alcanzar hitos importantes en las últimas temporadas. En febrero, las principales firmas de moda europeas como Fendi, McQueen o Chanel incluyeron modelos plus en la pasarela. Más tarde, Versace se convirtió en foco cuando contó con Precious Lee, Jill Kortleve y Alva Clare para su colección SS21.
Según la moderado de Vogue Forces of Fashion, esta última temporada fue decisiva y marcó un gran punto de inflexión.
«Es difícil para mí conectarme entre bastidores con otras modelos, por lo que estar detrás de la pasarela con mujeres que saben por lo que estás pasando o lo que es ser una ‘outsider’ en la industria de la moda fue simplemente increíble», dijo Kortleve.
«No me gusta sentirme etiquetada, y para mí, lo que significó ese momento en Versace, los colores, la cabeza de Medusa, las formas, personalmente me sentí como en casa. Fue casi como una exhalación», agregó Lee. «Siempre supe que era capaz, y fue muy gratificante que Donatella contara conmigo».
La ponencia, que también contó con Tess McMillan y Paloma Elsesser, tuvo mucho que decir sobre el tema de las etiquetas. Sobre todo, la del daño causado por el término «talla grande». Lee contó cómo era comprar ropa cuando era pequeña y tener que acudir a la sección de tallas grandes para niños. «Para mí, el término comenzó a parecerme divisivo y de profunda exclusión, por así decirlo», dijo. «En lugar de centrarse en la terminología, es importante centrarse en por qué tenemos el término en primer lugar».
Ser un modelo de talla grande en un momento de crecimiento y énfasis ha supuesto mayores oportunidades para estas mujeres. Pero también tienen sus desventajas. Elsesser señaló que cuando está en una sesión con otras modelos de tamaño «normativo», a ella se le pide con más frecuencia que haga entrevistas o sesiones en solitario en lencería. A esto se le suma la enorme cantidad de trolls que circulan por las redes sociales. Sin embargo, Elesser confiesa no tomárselo como algo personal, y explica que cualquier comentario negativo radica de la opresión sistémica. «No es la persona específica, son los sistemas; estamos bajo este diluvio de gordofobia», dice Elsesser.
Indudablemente todavía queda un largo recorrido para normalizar este tipo de cuerpos. Sin embargo, la reciente visibilidad está ayudando a cambiar estigmas en pro de unos valores sociales que incluyan a todos y todas. Esperamos que pronto estos temas dejen de ser noticia. Será entonces cuando se hayan abolido cualquier estereotipo.
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