Maren H. Anscheidt (@marenhannah) | Una semana después del día de la mujer y con las aguas más calmadas hemos decidido afrontar cual es el papel del feminismo en la pasarela. El feminismo es un tema amplio. Podríamos pasar horas discutiendo sobre ¿qué significa ser feminista?, ¿qué es una buena feminista? ¿qué es una mala feminista? ¿significa los derechos de las mujeres? ¿significa empoderamiento del cuerpo? ¿es una discusión de género ?… Es un tema muuuuy amplio y con muchos puntos de vista.
El feminismo ha existido durante siglos, las primeras feministas datan del año 1364, alcanzando su punto álgido durante el siglo XVII. Es vital volver a las lecturas y descubrimientos de aquellos tiempos, para comprender, comparar y poder entender la situación actual del movimiento. El feminismo moderno, en los últimos años, se ha mostrado en un espectro muy amplio, desde la marcha de las mujeres, el movimiento #metoo y hasta en la moda. Cada vez más personas se han «subido al carro feminista» y, si bien esto es positivo, especialmente cuando las personas con influencia conectan con el sentimiento también es verdad que algunas acciones no responden al movimiento y no lo representan por mucho que lo intenten.
Hablemos de moda. Bolsos de noche que dicen «Pussy Power» llegan a la pasarela de la mano de Tom Ford, uno de los primeros shows de moda femenina de la Semana de la Moda de Nueva York. Chiuri marcó su debut en Dior con una camiseta que decía: «Todos deberíamos ser feministas» – título del libro de 2014 de Chimamanda Ngozi Adichie y de la popular charla de Tedx.
Los pasos hacia el feminismo en la industria de la moda son tímidos. Pero teniendo en cuenta que es una industria que ha estado plagada y dominada por debates constantes como: los derechos en el lugar de trabajo de modelos menores de edad, exclusión de mujeres negras, etc. Es importante ver que al menos se lograron algunos avances. Por otro lado, también es importante ser crítico con aquellos que abordan este movimiento y lo usan como una estrategia de marketing. Por ejemplo poniendo «Pussy Power» en un bolso deslumbrante y llamándolo activismo, esto simplemente no lo es. Lo que Ford y muchos otros diseñadores no logran entender es que estos diseños no hacen nada por las mujeres en ninguna parte del mundo. En especial cuando la mayoría de sus modelos siguen teniendo la forma y medidas exactas e irreales.
El mes de la moda se creó como un objetivo claro: que los diseñadores exhiban sus colecciones para la próxima temporada, sin embargo hoy en días es un fenómeno social y de impacto. Ahora es un espacio para que la moda sea vista como una forma de arte, y ahora más que nunca, con los diseñadores sintonizando y abordando temas políticos y mundanos, la moda se convierte en algo más que solo ropa; es un mensaje sobre la sociedad.
La ropa ha pasado a un lado secundario y el concepto se lleva el protagonismo. Muchos diseñadores están fallando en su intento de captar el movimiento feminista. «Un informe del año pasado reveló que aunque la industria de la moda continúa expandiéndose, los trabajadores que producen estas prendas (85% de ellas mujeres) siguen siendo extremadamente mal pagados». El blogger Bryan Boy (@bryanboycom) contestó a Dior en respuesta a una imagen en twitter del otoño de 2018, desfile con temática feminista, diciendo: «Honestamente, me gustaría que siguieran el ejemplo de Gucci donando dinero. Porque realmente creen en ello», refiriéndose a la promesa de Gucci de donar dinero al proyecto March for Our Lives – Anti armas.
También hay que destacar a la diseñadora Rebecca Minkoff quién se saltó la Semana de la Moda de este año para en su lugar destacar a veinte mujeres diferentes en sus redes sociales vistiéndolas con su nueva colección de primavera. Estas mujeres eran del comité de Women’s March o partidarias clave del movimiento.
Esfuerzos como estos son los que marcan la diferencia entre los que están luchando por la comunidad feminista y los que no. Estos actos son en los que los diseñadores deberían centrarse en lugar de ejecutar en su beneficio. Muchos piensan en las ventas y el marketing olvidándose de que el objetivo real debe ser apoyar la causa o movimiento.
Sabemos que no solo el feminismo es un tema de amplio espectro, sino que es uno importante entre muchos, discutible, debatido, luchado y difundido en todo el mundo… Esto es aplicable a todas las denuncias sociales que la moda ha puesto sobre la mesa.
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