Kim Jones, director artístico de Alta Costura y Moda Femenina de FENDI, afirma que las bases de la moda femenina actual, y en muchos casos nuestra forma de pensar, se forjaron en los años 20. «Es la modernidad en su máxima expresión, tanto en estilo como en actitud», asegura Jones, aludiendo a una de las décadas más formativas del siglo XX. 1925 es crucial, señala el diseñador: el año en que nació FENDI, pero también el de la Exposición Internacional de Artes Decorativas y Artes Industriales Modernas en París, de la que surgió el término Art Deco.
En este mismo año, se publicaron libros como La señora Dalloway de Virginia Woolf y El Gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald, reflejando un zeitgeist de modernismo que permeó la vestimenta, el diseño, la decoración y el pensamiento. La nueva colección de FENDI, señala Jones, nace de esa amalgama de épocas y estados de ánimo, fusionando el ayer y el hoy a través de técnicas que son tanto contemporáneas como clásicas.
El centenario de FENDI es la ocasión perfecta para celebrar la fusión de lo cotidiano con lo extraordinario. La colección explora el cruce entre el prêt-à-porter y la Alta Costura, entre la moda hecha a mano y a máquina, entre el día y la noche, para rendir homenaje a un siglo de innovación y de celebración de lo que significa ser mujer.
FENDI, una casa transmitida de generación en generación por una línea matriarcal, ha sido siempre consciente de las mujeres que hacen, no solo las que son. Esta colección es una invitación a experimentar la vida contemporánea con ligereza, movimiento y comodidad, una oda a la excelencia de lo cotidiano.
La fusión entre lo estructurado y lo desestructurado define la nueva propuesta. Los bordados, meticulosamente detallados y hechos a mano, son ligeros y se aplican a prendas tan simples y elegantes como camisetas y slips de seda o organza. La suavidad de las gamuzas y borreguiciones se transforman en formas fluidas, mientras que el mejor cocodrilo se presenta en siluetas tan inesperadas como las de una camiseta.
El contraste entre lo ordinario y lo extraordinario se ve reflejado en vestidos de té de seda y bailarinas etéreas, que se anclan al suelo con botas de Red Wing, un clásico masculino de la marca desde 1952, ahora fusionado con las técnicas artesanales de FENDI, como la paleta de colores Cuoio Romano y las costuras a mano de Selleria.
Los bolsos, tan icónicos como la propia casa, también se inscriben en esta mezcla de materiales, bordados y estructuras fluidas. La Mamma Baguette, reinterpretada en una versión más grande, más alta y más ancha que nunca, se convierte en un homenaje a Adele Fendi, la fundadora de la casa y abuela de Silvia Venturini Fendi.
En paralelo, el diseño de la joyería FENDI Filo, creado por Delfina Delettrez Fendi, es otra muestra de cómo la historia y la modernidad se entrelazan. La Filo es una evolución de la Selleria, un legado artesanal que ha perdurado a lo largo de los años, y cuyo diseño es el reflejo de una tradición familiar y de un compromiso con la calidad que trasciende el tiempo.
«Para nosotros, la calidad siempre es lo primero, más allá de la belleza del diseño», explica Silvia Venturini Fendi, Directora Artística de Accesorios y Moda Masculina. «Siempre pienso en la conexión entre la moda y el tiempo, porque la calidad es lo que perdura. Es el testimonio eterno de lo que hemos logrado en estos cien años. Y esa obsesión por la calidad también fue, tanto personal como profesionalmente, la obsesión de mi abuela Adele».
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