La colección Invierno 2024-2025 ideada por Kim Jones entremezcla la realidad del prêt-à-porter con la teatralidad de la Alta Costura.
A través de la última campaña de la Maison, capturada por el aclamado fotógrafo Alasdair McLellan, se desvelan las nuevas creaciones que reinterpretan el patrimonio de Dior. Una oda al arte del ballet, que comenzó con el desfile celebrado el pasado 19 de enero en la École Militaire de París, donde el director creativo propuso este atractivo juego de dualidades traducido en looks impregnados de una elegancia atemporal agitada por el espíritu extravagante de Rudolf Noureev, uno de los bailarines más celebrados del siglo XX.
Recreando un estudio de danza, el escenario recreado para la ocasión muestra los diseños de la colección en donde la sastrería se reinventa con nuevos cortes. La chaqueta Bar se transforma en una iteración masculina y se une al traje Oblique; los calcetines altos se combinan con pantalones cortos de lana y tejidos de punto de canalé; y el calzado se inspira en los usados por los bailarines.
Una coreografía sublime e hipnótica que celebra la magia de la Alta Costura.
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