Golden Goose se prepara para iniciar un nuevo capítulo en su historia. La firma italiana, conocida por haber convertido sus icónicas sneakers en un objeto de culto, tendrá pronto nuevos propietarios. Todo tras firmarse un acuerdo de adquisición valorado en torno a los 2.500 millones de euros.
Desde su fundación, la marca ha construido un modelo de negocio sólido. Lo ha logrado gracias a una estrategia de producto y retail muy afinada. Esto la ha posicionado como uno de los grandes casos de éxito del lujo actual. Un crecimiento que no ha pasado desapercibido para los grandes inversores internacionales.
Según se ha anunciado, el fondo chino de venture capital y private equity HSG se convertirá en el nuevo accionista mayoritario de Golden Goose. Junto a él estarán Temasek y True Light Capital como socios inversores. Por su parte, los fondos gestionados por Permira, actual propietario, y otros accionistas como Carlyle, mantendrán una participación minoritaria.
Mismo timón, nueva etapa
La operación no traerá cambios en el liderazgo de la marca. Silvio Campara seguirá al frente como CEO. Marco Bizzarri, ex CEO de Gucci y hasta ahora director no ejecutivo, asumirá el cargo de presidente no ejecutivo.
Tras el anuncio, Campara se mostró entusiasmado con la llegada de los nuevos inversores. Definió la operación como la oportunidad ideal para llevar a Golden Goose a una nueva fase de expansión global. También para explorar futuras alianzas estratégicas.
El movimiento llega en un momento clave para la firma. Hace solo unos meses, Golden Goose canceló en el último momento su esperada salida a bolsa, prevista para junio. La decisión se debió a la volatilidad de los mercados europeos y al contexto macroeconómico. Finalmente, la opción de una adquisición externa, menos expuesta a riesgos, se impuso. Aun así, Campara no descarta que una IPO pueda retomarse en el futuro.
Un modelo de negocio pensado para escalar
La fortaleza de Golden Goose está en un modelo que combina lujo, artesanía y experiencia. La personalización de sneakers —impulsada recientemente con herramientas de inteligencia artificial— y los servicios de reparación en tienda han transformado sus espacios. Ya no son solo puntos de venta. Son lugares creativos donde el cliente forma parte del proceso.
Este enfoque, que mezcla retail de lujo con una estética artesanal y juvenil, ha demostrado ser altamente escalable. Más aún ahora que la marca contará con nuevos recursos financieros para acelerar su expansión.
Aunque los términos exactos del acuerdo no se han hecho públicos, varias fuentes del sector, entre ellas WWD, sitúan la valoración en torno a los 2.500 millones de euros. El cierre formal de la operación está previsto para el próximo verano.
¿Por qué Golden Goose vale tanto?
La cifra puede parecer elevada. Sobre todo si se compara con otras adquisiciones recientes en el lujo. Sin ir más lejos, es casi el doble de lo que el grupo Prada habría pagado por Versace. Sin embargo, los números de Golden Goose respaldan esta valoración.
En los primeros nueve meses del año, la compañía registró un crecimiento de ingresos del 13% interanual. Así alcanzó los 517,1 millones de euros. El resultado se vio impulsado por el canal directo al consumidor, que creció un 21%, y por la expansión de su red de tiendas propias. Hoy suma 227 puntos de venta, frente a los 97 que tenía en 2019.
Campara ha adelantado además que el ejercicio se cerrará con un crecimiento de doble dígito. También ha destacado el buen comportamiento de la marca en el mercado chino. Todo ello frente a la debilidad que otros actores del lujo están viviendo en la región.
Más allá de las cifras, la valoración refleja su capacidad para esquivar la crisis del lujo. Lo ha hecho gracias a su política de precios y a su agilidad operativa. Pero, sobre todo, por saber convertir al consumidor en un colaborador activo dentro del universo de la marca.
Un nuevo capítulo
Con esta operación, Golden Goose refuerza su posición como uno de los activos más atractivos del lujo actual. La llegada de HSG y sus socios abre la puerta a una fase de expansión más ambiciosa. Al mismo tiempo, la continuidad en la dirección garantiza que el ADN de la marca se mantenga intacto.
Todo apunta a que la firma italiana seguirá explotando su fórmula de éxito en un mercado cada vez más competitivo. Y demuestra que, al menos por ahora, su «gallina de los huevos de oro» sigue dando resultados.
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