Una de las primeras expresiones creativas de Daniel Lee en la dirección creativa de Burberry fue la creación de un nuevo logotipo, como movimiento gráfico con el que parece haber acabado con la tendencia minimalista de la estandarización del logo dentro de las casas de alta costura y de lujo. ¿Es ésta la primera sentencia de muerte de las fuentes Sans serif?
El nuevo logo de Burberry se trata de una versión remasterizada del motivo del “caballero ecuestre” de la marca, que fue usado por primera vez a principios del siglo XX. Descrito por la marca como «una visión moderna del lujo británico» y como «un nuevo capítulo para la marca», la incursión de Lee en Burberry parece revivir el máximo esplendor británico de la casa de moda. Todo un proceso con el que explorar nuevas dimensiones, e iniciar esa especie de reset o renacimiento para la firma, teniendo muy presente su pasado y herencia.
LA ALTERACIÓN DEL LOGO MODERNO
Si hasta ahora el “blanding”, la simplificación o la homogeneización del logo se convertían en actos radicales de reduccionismo, ahora esa idea se invierte, rompiendo con todo ese lenguaje para dar valor a la creatividad o la experimentación en una esfera del diseño gráfico en el que no se pretendía destacar, si no formar parte de un todo; de una especie de club en consonancia y en armonía estética.
En este sentido, parece que el mundo de la moda de lujo podría dejar atrás esa era minimalista del logotipo Sans Serif que representaba la identidad de marcas como Balenciaga, Berluti, Saint-Laurent o Balmain. De aquellas que optaron por esa construcción de caracteres geométricos, como estela reduccionista que siguió Burberry desde principios de 2018. Y es que, aunque ames u odies el nuevo logotipo en versión ecuestre, este cambio dirigido por Daniel Lee aporta un nuevo carácter y personalidad dentro de ese infinito océano de lo homogéneo en el que está sumida la moda.
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