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Hablamos w/ el artista urbano Marc Strömberg

Hablamos con el artista sueco Marc Strömberg por su colaboración en ‘Cultural Ties’, el último proyecto de Zalando.

Hablamos w/ el artista urbano Marc Strömberg

Marc Strömberg vive rodeado de colores, texturas y caos creativo. Su hogar, un pequeño apartamento en Hägersten, al sur de Estocolmo, es el reflejo exacto de su mente: saturado de estímulos, de historias entrelazadas y recuerdos de su infancia. Strömberg da vida a héroes surrealistas, calaveras ardientes y criaturas psicodélicas, el sello inconfundible de su estilo.

Hace casi 40 años, era un niño de Umeå que, con lápiz en mano, recreaba a sus héroes en una hoja de papel mientras la televisión mostraba a Kriss Kross, Björk y Madonna en el apogeo de los 90. Uno de esos héroes, Range Viper, una figura de la línea G.I. Joe, fue el primer catalizador de su pasión por el dibujo. Hablamos con el artista sueco Marc Strömberg por su colaboración en ‘Cultural Ties’, el último proyecto de Zalando.

HIGHXTAR (H) – Para aquellos que aún no te conocen… ¿Quién es Marc Strömberg?

MARC STRÖMBERG (M) – Soy un sueco de casi 40 años, con muchos tatuajes, y con la cabeza llena de dinosaurios, monstruos, canciones de Hardcore y dibujos animados. Soy productor y coleccionista de refrescos, y he estado dibujando y pintando sin parar desde que era lo suficientemente mayor como para sostener un lápiz.

(H) – ¿Cómo comenzaste en el mundo del arte?

(M) – Nací en el 86 en el norte de Suecia, donde hace frío y hay poca luz. Me involucré en la escena local de Hardcore Punk en mi ciudad natal, Umeå, cuando tenía 10 años, y desde entonces he tocado en bandas, hecho diseño para portadas de discos, camisetas y merchandising. Además del mundo del Hardcore, me metí en el graffiti y el arte urbano más o menos al mismo tiempo. Subía a los techos, pintaba en edificios y paredes. Fue un buen caldo de cultivo para la creatividad y el desarrollo de un estilo propio.

(H) – ¿Cómo definirías tu estilo artístico?

(M) – Mi estilo no ha cambiado mucho desde que era niño, sino que se ha refinado a su esencia. Es audaz y simple, infantil pero extremo. Líneas negras gruesas, manchas, colores fuertes, personajes expresivos. Pinto con marcadores, pinceles y latas de spray.

(H) – Te conocimos en Estocolmo con la campaña ‘Cultural Ties’ de Zalando, ¿cómo surgió la oportunidad de colaborar con la marca?

(M) – He colaborado anteriormente con su equipo de relaciones públicas local en varios proyectos divertidos. Se pusieron en contacto conmigo porque trabajo con varias marcas de streetwear suecas, artistas y empresas, y mi estilo es lo suficientemente reconocible como para dejar una impresión en el público.

(H) – ‘Cultural Ties’ celebra la cultura, la comunidad y la autoexpresión. ¿Cómo encaja tu trabajo, que se caracteriza por mezclar punk, hardcore y una estética visual exuberante, con esta filosofía?

(M) – Estar involucrado en una subcultura específica significa que puedes conectar con personas similares de todo el mundo. He hecho amigos cercanos de muchos países gracias a la comunidad Hardcore. Hacer giras, trabajar en proyectos juntos y compartir el amor por esta cultura me ha dado oportunidades y alegrías interminables. Y HABILIDAD, poder experimentar, jugar y aprender. Me ha proporcionado experiencia que puedo utilizar en proyectos más grandes fuera de esta subcultura.

(H) – ¿Qué lugares de Estocolmo crees que son clave para empaparse de lo local?

(M) – Creo que buscar tiendas pequeñas e independientes, shows y eventos es clave. Donde la gente sea creativa sin la influencia de las grandes corporaciones. Ahí es donde encontrarás talento nuevo, sin censura y una expresión libre.

(H) – Con ‘Cultural Ties’ exploramos cómo las comunidades locales son las verdaderas protagonistas de la moda. ¿Qué dirías que distingue a Estocolmo de otras ciudades europeas?

(M) – Venir de una ciudad más pequeña me da una perspectiva un tanto de «extranjero». Pero, habiendo vivido aquí 20 años, también soy parte de Estocolmo. Aunque mi estilo personal podría describirse como «salvaje», no creo que el estilo de Estocolmo sea necesariamente comparable al de otras partes de Europa. Creo que Estocolmo sabe combinar una estética estricta y ajustada con una postura relajada. No es elitista ni excluyente, pero tampoco es caótico o abstracto.

(H) – Hablando de moda, sabemos que en tu día a día te encanta mezclar estilos y romper las reglas. ¿Qué tan importante es la moda para ti?

(M) – Aunque mi moda personal es bastante sencilla, apoyo cualquier declaración de moda que se atreva a ir más allá, que desafíe los límites del buen gusto y las normas actuales. Yo tengo tatuajes por toda la cabeza, la cara, el cuerpo y las manos, así que pienso que combinar esto con ropa básica crea un buen contraste. No necesito llevar patrones llamativos ni prendas detalladas cuando tengo serpientes deslizándose por mi cara y animales en mis brazos. Me gustan los colores llamativos y el streetwear clásico, pero estoy muy impresionado con las personas que constantemente empujan los límites con sus atuendos más atrevidos.

(H) – En la campaña, Zalando resalta temas como la diversidad cultural y la conexión entre diferentes mundos. ¿Cómo refleja tu trabajo visual esa intersección entre lo global y lo local, lo tradicional y lo moderno?

(M) – Uso mi arte para comunicarme con las personas. Una obra de arte no es real hasta que alguien más la ha visto. No tiene valor solo estando en el suelo de mi estudio. Esta es mi forma de expresión y conexión, así que siempre tengo como objetivo mostrarla a otros. Me permite viajar a nuevos lugares, conocer nuevas personas y, con suerte, hacer sus vidas un poco más fáciles. También sigo haciendo mi arte sin manipulación digital, lo que ahora podría verse casi como «tradicional». Obviamente, cuando hago arte para impresión, necesito digitalizarlo, pero para mis obras de arte, murales y decoraciones todo se hace a mano. Aunque mi estilo de pintura es claramente muy moderno en su expresión.

(H) – La historia única de cada ciudad se cuenta a través de las voces de las comunidades que son las protagonistas. ¿Qué quieres transmitir con tu trabajo?

(M) – Intento llevarme a mí mismo y a mi público a un lugar mucho mejor que la vida real. No reflejo la realidad que ya vivimos. Quiero transportarlos a una fantasía, donde existen criaturas maravillosas, dinosaurios, monstruos, fantasmas, dioses y ghouls. Mi arte es un túnel warp hacia un paisaje onírico, para darles un respiro del mundo gris en el que tratamos de sobrevivir.

(H) – Sabemos que no eres ajeno a la experimentación y que siempre estás buscando nuevas formas de crear. ¿Qué técnicas o formatos te gustaría explorar en el futuro?

(M) – Me encantaría trabajar con buenos animadores. He dejado de intentar aprender yo mismo, pero me encantaría encontrar animadores talentosos con los que colaborar. Consumo una gran cantidad de películas de animación, a menudo prefiriéndolas a las películas de acción en vivo. A menudo encuentro que puedo entender y relacionarme mejor con los personajes animados y sus expresiones que con los actores humanos reales.

(H) – Y finalmente, después de esta colaboración, ¿qué proyectos tienes en mente? ¿Cómo te ves dentro de 10 años?

(M) – Estaré haciendo esto hasta dormir en mi tumba. He sacrificado casi toda la comodidad de la vida para poder hacer esto. No pido préstamos bancarios, no tengo cuenta de ahorros, no tengo una madre rica. Vivo sin seguridades, pero vivo haciendo el arte que siempre quise hacer, así que todo lo demás es secundario. Soy Punk y artista libre en mi esencia y haré LO QUE SEA para sobrevivir como tal.

La exposición  One, True, Tree, For…, que próximamente se inaugura, supone el estreno en Nueva York de la nueva obra de Javier Calleja.

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