Desde sus orígenes en los años 70, Fiorucci ha sido mucho más que una marca de moda: ha sido una declaración cultural. Su imaginario visual —atrevido, pop, descaradamente sexy y profundamente ligado al arte y la música— convirtió sus tiendas en auténticos templos de la modernidad y la contracultura. Hoy, más de cinco décadas después, el legado de Elio Fiorucci vuelve a latir con fuerza bajo la dirección creativa de Francesca Murri, quien ha asumido el reto de reescribir el futuro de la firma sin borrar su glorioso pasado.
Con una trayectoria que incluye nombres como Armani, Givenchy y Gucci, Murri no solo conoce las reglas del lujo, sino que también sabe cómo romperlas con estilo. Su visión es clara: rescatar el ADN icónico de Fiorucci y proyectarlo hacia una nueva era donde nostalgia, irreverencia y contemporaneidad conviven en armonía. Bajo su liderazgo, la marca ha recuperado relevancia y actitud, conectando con las nuevas generaciones desde un lenguaje visual que es tan emocional como estético.
En esta conversación íntima, Murri nos abre las puertas a su universo creativo, nos habla de contrastes, sostenibilidad, cultura urbana y de cómo hacer que un clásico vuelva a ser vanguardia. Desde su vínculo personal con la moda hasta sus sueños cinematográficos, la directora creativa nos deja claro que el nuevo Fiorucci no es solo una marca: es una experiencia sensorial, un manifiesto cultural y, sobre todo, un espacio de libertad.
HIGHXTAR (H) – Francesca, tu llegada a Fiorucci en 2023 marcó un momento clave en la historia de la marca. ¿Cómo ha tomado forma tu visión dentro de una firma tan profundamente arraigada en la cultura pop y la moda de los años 70 y 80?
Francesca Murri (F) – Desde el principio, mi objetivo fue explorar el archivo y estudiar la marca en profundidad para poder traducirla a un lenguaje contemporáneo. Me propuse respetar su ADN y su fuerte identidad, y en el camino descubrí lo moderno que era realmente su enfoque original de la moda. Ahí es donde comencé.
(H) – Con una carrera que abarca casas icónicas como Armani, Givenchy y Gucci, tu experiencia habla por sí sola. ¿Cómo canalizas esas lecciones en Fiorucci?
(F) –Trabajar en el sector del lujo me permitió crecer y experimentar en entornos de alto nivel, interactuando constantemente con productos de calidad y atención al detalle. Quise trasladar esa experiencia a Fiorucci para dotar a la marca de credibilidad dentro del segmento del lujo accesible.
(H) – Tus primeras colecciones al frente de Fiorucci no solo han revitalizado la marca, sino que también han definido una nueva narrativa visual. ¿Cuál ha sido el mayor reto creativo al aportar un enfoque contemporáneo a una marca con tanta historia?
(F) – El verdadero reto es mantenerse fiel a los códigos de la marca, expresándolos a través de una lente contemporánea—hacer que Fiorucci vuelva a ser relevante, incluso para generaciones que quizá no conozcan su legado. No quise seguir una ruta nostálgica, simplemente porque en su apogeo, Fiorucci fue una de las marcas más innovadoras y con visión de futuro de su tiempo.
(H) – Fiorucci es sinónimo de energía y vitalidad. ¿Qué elementos son esenciales para trasladar esa energía única a cada diseño?
(F) – Me encanta jugar con contrastes para crear algo fresco: sexy y romántico, llamativo y angelical, urbano y surrealista, para el día y la noche—siempre apelando a los sentidos. Todo esto manteniendo un enfoque muy real pero profundamente creativo. Estos son los elementos recurrentes que he encontrado en común entre mi visión y la estética original de la marca.
(H) – El contraste entre modernidad y nostalgia parece ser una constante en tus colecciones. ¿Cómo haces que estos dos mundos convivan?
(F) – Totalmente. El contraste número uno es entre el pasado y el presente. Soy nostálgica por naturaleza, pero en lo creativo siempre miro hacia el futuro. La fusión entre herencia e innovación siempre ha sido el espacio donde más disfruto trabajar. Los contrastes son sin duda una parte clave de mi visión.
(H) – Tu visión de la moda parece estar muy ligada a la juventud y la cultura urbana. ¿Cómo ves la moda como forma de identidad hoy en día, y de qué manera refleja Fiorucci estos cambios sociales y culturales?
(F) – La moda siempre ha sido un espejo de la sociedad, evolucionando y moldeándose a la par de los cambios sociales y culturales. Hoy en día existe una mayor libertad de expresión, y la moda es una de las herramientas que usamos para mostrar al mundo quiénes somos—podemos elegir encajar o destacar. Yo siempre he tendido hacia lo segundo.
(H) – La sostenibilidad es un tema central en la industria de la moda actual. ¿Cómo está comprometida Fiorucci con una producción responsable, y cómo equilibras lujo y ética en las colecciones que has desarrollado hasta ahora?
(F) – Fiorucci siempre ha prestado atención a la sostenibilidad, tanto socialmente como en lo que respecta al producto. Ese enfoque se ha reforzado aún más desde que la marca está bajo la dirección de Dona Bertarelli—filántropa y empresaria comprometida con la conservación de los océanos. Con su visión, hemos redoblado nuestro compromiso con un futuro más responsable. Trabajamos con proveedores certificados, seleccionamos cuidadosamente nuestros materiales, y la gran mayoría de nuestras colecciones se producen en Italia.
(H) – Fiorucci ha tenido desde sus inicios una conexión inquebrantable con la música y el arte. ¿Cómo influyen estas disciplinas en tu enfoque creativo?
(F) – Son fundamentales. Soy una creativa pura, y tanto el arte como la música son parte integral de mi visión. Siempre han formado parte del recorrido de Fiorucci. Fiel a ese ADN, desde el principio supe que quería avanzar en esa dirección. Nuestro espacio creativo en Milán, en Via Lomazzo 19, Circolo UltraFiorucci, fue creado para reforzar esa conexión—queríamos un lugar donde el arte fuese protagonista. En cuanto a la música, hemos comenzado a contar historias a través de colaboraciones con escenas milanesas innovadoras que se alinean con mi idea de conectar la marca con comunidades auténticas y reales.
(H) – ¿De dónde sacas la inspiración para crear una colección?
(F) – La inspiración muchas veces surge de la música, un viaje, un sueño, una historia que quiero explorar, o un mensaje que quiero compartir para provocar reflexión. Hay mucho de mí en ese proceso—una búsqueda constante por mirar más allá y explorar diferentes perspectivas.
(H) – En un mundo saturado de información y cambio constante, ¿cómo gestionas la presencia digital de Fiorucci, y qué importancia tiene la conexión con tu audiencia a través de redes sociales para el posicionamiento de la marca hoy en día?
(F) – Las redes sociales son la forma más rápida de comunicar y construir una relación diaria y democrática con los consumidores—sin límites geográficos. Por otro lado, a veces pueden fomentar una interacción pasiva y superficial. Junto a lo digital, me encantaría reavivar el regreso a experiencias físicas—algo que involucre los cinco sentidos y cree recuerdos duraderos.
(H) – Con la marca viviendo una nueva oleada de energía bajo tu liderazgo, ¿qué objetivos a largo plazo tienes para Fiorucci?
(F) – Me encantaría devolverle a la marca la relevancia cultural que tuvo en el pasado y que marcó la historia de la moda. Nuestro objetivo es consolidar a Fiorucci como un actor clave dentro de las marcas contemporáneas italianas a nivel global.
(H) – ¿Qué tipo de legado esperas dejar dentro de la marca y en la industria de la moda?
(F) – Espero que Fiorucci sea visto como un universo en el que todo el mundo pueda ser quien quiera y sentirse bienvenido. Fiorucci como una forma de vivir y de ser.
(H) – Si pudieras vestir a cualquier persona—del pasado o del presente—con una prenda de Fiorucci, ¿a quién sería y por qué?
(F) – A hombres y mujeres con personalidades fuertes, sentido del humor e ironía. Pero si tuviera que elegir a una sola persona, sería mi madre. La perdí hace muchos años—era una artista y un espíritu libre. Siempre fue una de mis mayores apoyos, y me habría encantado verla vestida de Fiorucci.
(H) – ¿Qué suena en tus auriculares cuando creas?
(F) – Desde música clásica hasta electrónica. A menudo, en contraste con mi estado de ánimo del momento.
(H) – Si pudieras colaborar con cualquier artista, músico o icono cultural, ¿quién sería y qué tipo de proyecto te gustaría desarrollar?
(F) – Me fascina el periodo surrealista—hoy en día me emocionaría colaborar con Maurizio Cattelan. En otros ámbitos creativos, trabajar con Paolo Sorrentino o Tim Burton sería increíblemente inspirador. Con Sorrentino, imagino un cortometraje que explore el sentido de la vida y la nostalgia de la memoria. Con Burton, me sumergiría en un mundo fantástico y onírico. Entrar en el mundo del cine sería una aventura extraordinaria para Fiorucci—es una verdadera pasión para mí.
(H) – Por último, ¿cuál es esa prenda de Fiorucci que siempre tendrá un lugar en tu armario?
(F) – Un catsuit de lycra de colores para llevar bajo una falda de talle alto o un vestido romántico de encaje… un Lips Bag, y un buen par de vaqueros.
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