Alicia Falcó siempre ha tenido claro que se iba a dedicar a la interpretación. Su primera aparición en el teatro fue en 2012 con un pequeño papel en el musical La família irreal y un año después en la gran pantalla con la película La por. 10 años después sin parar de trabajar y de participar en diferentes producciones como la serie Nacho, Alicia Falcó ha estado nominada a Mejor interpretación revelación en los Premios Gaudí por su primer papel protagonista en cine Las buenas compañías. Hablamos con ella sobre la nominación, sus inicios y su próximo papel en la nueva serie El refugio atómico.
HIGHXTAR (H) – Para los que todavía no te conozcan, ¿quién es Alicia Falcó?
ALICIA FALCÓ (A) – Soy una chica de 20 años muy normal, que siempre ha tenido el deseo de ser actriz y, por suerte, después de currar mucho ha conseguido poder dedicarse a lo que soñaba. Aún así, sigo siendo la misma chica de Barcelona, con sus aficiones y su vida de siempre.
(H) – Justo te acabas de mudar a Madrid por trabajo. ¿Cómo está siendo la acogida?
(A) – La verdad es que genial. Madrid es una ciudad que me encanta y en seguida me he sentido como en casa. Tengo amigos aquí, gente que me cuida y venir por trabajo siempre es una alegría. Es súper guay poder combinar esta ciudad con tanta vida con un proyecto tan bonito y tan grande. Está siendo todo muy nuevo en esta epata y la estoy viviendo con mucha ilusión.
(H) – ¿Nos puedes adelantar algo sobre el proyecto?
(A) – Aún no podemos contar nada, pero a nivel personal es muy distinto a lo que he hecho hasta ahora. Es un proyecto muy grande, con muchas expectativas en torno a él. Estoy muy ilusionada, siento que estamos haciendo algo muy especial. Por otro lado, formar parte de algo con tal magnitud es nuevo para mí y me pone algo nerviosa. Pero lo estoy disfrutando.
(H) – Volvamos a tus orígenes, ¿en qué momento decidiste ser actriz y por qué?
(A) – Sentí que quería ser actriz rodando mi primera película, «La por». Desde que era niña hacía teatro y me venía muy bien personalmente. Hubo un día, lo recuerdo perfectamente, que le pregunté a mi madre si podía jugar a eso toda la vida, y en ello estoy. Me llenaba mucho entonces y me sigue llenando ahora.
(H) – ¿Y si Alicia Falcó no fuera actriz qué sería?
(A) – Me cuesta mucho imaginarlo pues he crecido siempre con la realidad de serlo o de intentarlo. Nunca me he planteado otra cosa. Pero si tuviese que pensar en otra profesión, y siendo quien soy hoy, tiraría por algo relacionado con el mundo del arte. Quizá estar tras las cámaras, en vestuario. Escribir también me encantaría, lo único que tengo seguro es que me gustaría seguir rodeada de rodajes y metida de lleno en procesos creativos y profesiones artísticas.
(H) – Como has comentado, empezaste en el teatro, ¿qué te aporta el teatro de diferente al cine?
(A) – Me aporta disciplina, mucha tierra, tocar con los pies en el suelo. Y mucho crecimiento personal. El teatro, también los ensayos previos, tiene un ritmo que me hace estar más centrada y al estar menos acostumbrada me supone un reto personal, un extra de disciplina que me gusta experimentar. Siempre que he trabajado en una obra me ha supuesto un paso hacia delante como actriz, una manera de empezar un nuevo ciclo.
(H) – Recomiéndanos una obra de teatro y una película.
(A) – Si tengo que recomendar una obra de teatro diría Travy dirigida por Oriol Pla, que la vi hace poco con mis padres y habla de la familia del propio director siendo ellos los protagonistas. Su familia siempre ha trabajado en el mundo del clown y han decidido llevar su historia a las tablas. Es maravilloso pues aunque hablen de una familia tan específica puedas sentirte tan reflejada y emocionarte con algo tan universal como son las relaciones familiares.
En cuanto al cine he estado yendo bastante últimamente. Si tengo que quedarme con uno de los últimos estrenos lo haría con Poor things, me ha fascinado, y Anatomía de una caída. Son muy diferentes pero las dos me han encantado.
(H) – El trabajo de actriz implica tener tolerancia alta al rechazo. ¿Cómo gestionas que te den un no por respuesta?
(A) – Llevo un tiempo en el que he recibido muchos sies, pero soy consciente de que esto puede darse la vuelta y atravesar una etapa donde los no sean los protagonistas. Hablando desde este privilegio soy consciente de la dificultad de esta profesión, al inicio de mi carrera el no era la costumbre. Se que esta etapa que estoy viviendo no solo depende de mí, hay un equipo detrás que hace posible que esto ocurra, mis repres, las directoras de casting, así como la familia y los amigos que siempre son un apoyo. Estoy feliz en esta etapa pero me gusta vivirla con los pies en el suelo.
(H) – ¿Cómo ves la escena española? ¿Qué cambiarías?
(A) – Creo que actualmente hay muy buenas producciones. En España como en todo el mundo se hacen muchas series y películas, el consumo quizá sea demasiado rápido, pero es la realidad que nos ha tocado vivir. Algo que sí me gustaría luchar es que, aunque tengamos plataformas, la gente siga yendo al cine. Es muy importante que disfruten de la experiencia completa.
Para mí parte del valor del cine es ir a una sala, verla en pantalla grande, con buen sonido y vivir incluso esa liturgia que es quedar con tus amigos, o reservarte un rato para tí, y dedicar tiempo a disfrutar de una película.
(H) – ¿Con qué género dirías que te sientes más cómoda y con cuál te gustaría retarte?
(A) – Con el que me siento más cómodo es el drama social, algo muy naturalista, muy real. Me encantaría retarme con la comedia, por probar cosas nuevas, pero cuando llegue el momento, sin prisa. Es importante que cuando una haga algo sienta que está preparada y va a hacer un buen trabajo. Pero, ahora mismo, me lanzaría el thriller o ciencia ficción, algo muy diferente a lo que he hecho hasta ahora.
(H) – ¿Quiénes dirías que son tus referentes?.
(A) – Cuando me preguntan esto últimamente me viene a la cabeza Laia Costa. No la conozco en persona pero me gustaría vivir y tratar la profesión como ella lo hace. Pero si tengo que escoger un referente sería mi madre y las madres de mis amigas. Mujeres que ya han vivido hasta una cierta edad y veo que luchan, viven, y tienen unas ideas claras. Quiero ser como esas mujeres que me rodean.
(H) – Fuiste nominada a los Premis Gaudí en la categoría de Interpretación Revelación por ‘Las buenas compañías’. ¿Cómo te sientes?
(A) – Me siento muy afortunada. Yo siempre he visto los Premis Gaudi desde mi casa y fue un sueño que me nominaran, que se hiciera real, y vivir toda la experiencia. Lo pasé genial junto al resto de nominados. Y, aunque sé que la carrera va más allá de los premios, fue muy bonito que valoraran mi trabajo y sentirme querida de esta manera por mis compañeros de profesión.
(H) – ¿Tuviste en algún momento el síndrome del impostor?
(A) – Creo que si hay algo bueno de haber empezado con esto desde pequeña es que tengo integrado el hecho de ser actriz, pero a veces es imposible no disociar esto que me está ocurriendo, preguntarme por todo esto que estoy viviendo, estas oportunidades y plantearme por qué yo y no cualquier otra persona que, posiblemente, está tan preparada o lo fuese a hacer tan bien como yo. El síndrome del impostor no es algo que me afecte mucho pero, inevitablemente, alguna que otra vez aparece.
(H) – ¿Cómo te llegó el papel?
(A) – Por un casting. Fue un proceso de casting muy largo, con tres o cuatro fases y para distintos personajes. La directora era Irene Roqué, a quien ya conocía desde que tengo unos 12 años, e hicimos esta prueba todas las chicas de Catalunya y del País Vasco. Para mí fue un regalazo este papel y agradezco a Irene que me ayudase a hacerlo posible.
(H) – ¿Cuánto de Bea tiene Alícia? ¿Qué te llevas del personaje?
(A) – Justamente me llevo del personaje lo que Bea y Alicia no comparten. Compartimos ambas la impotencia de las mujeres por sentir que el papel de la mujer en la sociedad no es el que debería, que siguen existiendo muchas desigualdades. Pero, a pesar de esto, ella tiene una forma de exteriorizar esta impotencia muy diferente a mí. Es mucho más dura que yo, no deja salir su sensibilidad y mostrarme al mundo como Bea desde esta rigidez fue muy bonito. Se quedó un poco dentro de mí y me gusta abrazar esa fortaleza que muestra y sacarla a relucir.
(H) – La Roca Village fueron los encargados de vestirte para la foto de nominados de XVI Premis Gaudí. ¿Qué es lo que más te gustó del look?¿Cómo fue la experiencia con el Personal Shopper?
(A) – La experiencia fue increíble. Me cuidaron mucho, me sentí muy acogida desde el principio por todo el equipo. Agradezco mucho su ayuda. Del look lo que más me gustó fue la posibilidad de combinar por colores, pues yo llevaba el pelo naranja y al tender hacia los básicos me veía incapaz de combinar algo tan potente como este color de pelo. Ellos me animaron a arriesgar y a jugarlo con un azul que le daba a todo un aire más atrevido y moderno.
(H) – ¿Qué outfit dirías que te define más para tú día a día?
(A) – A mí me gusta vestir de negro pero ultimamente estoy empezando a atreverme a mezclar más estilos, a experimentar con mi vestuario. Una chaqueta más elegante con un chándal, por ejemplo, jugar y atreverme. Aún así sentirme cómoda con lo que llevo siempre es primordial, sentir que puedo disfrutar del día a día y que mi vestuario va a sumar.
(H) – ¿Qué proyecto de futuro nos puedes adelantar?
(A) – Hemos empezado a rodar «El refugio atómico» de Vancouver, estamos inmersos en esas primeras semanas que siempre son tan excitantes. Por otra parte, tengo dos estrenos pendientes y que están a punto de salir: la nueva película de Corbacho «Un nuevo amanecer», que se presentará en el Festival de Málaga y «Dieciocho», una serie para PlayZ. Todos son proyectos super diferentes y eso es lo que más me gusta: poder jugar y mostrar distintas facetas.
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