La alta relojería y la Fórmula 1 se atraen como imanes, y las firmas relojeras buscan en este deporte a los mejores talentos para que representen sus productos y sus valores (rendimiento y precisión, sobre todo).
En el caso de IWC Schaffhausen, su nómina de embajadores es de aúpa: colabora con el siete veces campeón del mundo Lewis Hamilton y con su compañero del equipo Mercedes-AMG Petronas, el también piloto George Russell. Y ambos acaban de protagonizar una campaña publicitaria con motivo del lanzamiento del nuevo Reloj de Aviador Performance Chronograph 41 de IWC.
El fondo del vídeo promocional es Las Vegas. La ciudad del pecado siempre busca nuevas formas de atrapar al turista, y este año se le ha ocurrido añadir a los conciertos, los casinos y las bodas exprés el Gran Premio de Las Vegas de F1, que se corre de noche el próximo domingo y que ya forma parte del campeonato mundial.
En el cortometraje, Hamilton y Russell se dirigen a la carrera, pero antes detienen en una boutique futurista para recoger sus nuevos relojes. Que no son otros que los cronógrafos que la firma ha fabricado para sus socios del automovilismo: los Aviador de Alto Rendimiento Cronógrafo 41.
El primero de ellos, de 10.800 euros con correa de caucho (12.900 con brazalete de titanio) presenta una caja de 41 mm de diámetro de titanio, un material que está robando protagonismo a los materiales preciosos como el oro y el platino en la relojería, por su durabilidad y su versatilidad (en IWC dicen que la aleación de titanio de grado 5 es un 45% más ligera que el acero, aproximadamente). Incorpora un bisel cerámico con escala taquimétrica para medir la velocidad media basándose en la distancia recorrida. Y un calibre automático de fabricación propia.
El segundo está elaborado con Ceratanium (titanio ceramizado) y mantiene las características técnicas del primero. No así su pecio. Con correa de caucho cuesta 15.100 euros y con brazalete de Ceratanium 22.300. Y a correr.
Texto de Ana Franco
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