La superestrella de la NBA ha diseñado una colección que pretende revolucionar el estilo dentro y fuera de la cancha.
El vínculo entre Oakley y el baloncesto se remonta a la década de 1990, cuando iconos del deporte como Michael Jordan, Shaquille O’Neal o Kobe Bryant hicieron de sus gafas su sello de identidad. Ahora, más de 30 años después, la marca retoma su relación con este deporte a través de Jaylen Brown.
Este encuentro no se corresponde únicamente con una asociación de patrocinio, sino con la creación de un nuevo capítulo en la historia de la compañía. De esta forma, el jugador de los Boston Celtics, conocido por su mentalidad disruptiva, se una a la ciencia que se esconde detrás de las gafas más avanzadas del mercado para dar forma a una nueva era dentro del diseño.
«Esta es la primera colaboración con una marca en mi trayectoria, y eso se debe a que siempre tuve claro que solo me asociaría con marcas que reflejaran mi visión y valores en todos los aspectos: expresión personal, estilo y unidad. La innovación de Oakley y su compromiso con la evolución del deporte y la cultura, además de su capacidad para inspirar a las nuevas generaciones, hacen que esta alianza sea un movimiento poderoso y significativo», afirma Jaylen.
Juntos, han logrado fusionar el legado de Oakley con la visión innovadora de Brown, elevando la óptica deportiva y la moda a nuevos horizontes. Y bajo el paraguas de la marca 741, creada para reflejar su visión de alto rendimiento, la empresa se convierte en el partner exclusivo de las gafas del atleta.
La colaboración alcanza también cierto compromiso con el cambio social, al incluir iniciativas culturales como The XChange y la fundación 7uice, las cuales apoyan a jóvenes en riesgo. Además, Oakley respaldará el trabajo de la fundación OneSight EssilorLuxottica, que busca erradicar los problemas de visión no corregidos en comunidades vulnerables de todo el mundo.
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