En una alianza que desafía las convenciones y enciende el imaginario de la moda contemporánea, la superestrella se transforma en la corista definitiva de la Maison.
En su Pre-Colección Otoño 2025, Jean Paul Gaultier reinventa el prêt-à-porter en un espectáculo sensorial donde la tierra, el fuego, el aire y el agua respiran, se retuercen y dominan el escenario. Y justo en el centro de esta tormenta perfecta se sitúa JENNIE, quien posa para Max Siedentopf como una auténtica musa.
Su silueta -esculpida por la corsetería arquitectónica y la sastrería afilada de la Casa- surca un paisaje imaginario donde la teatralidad vibra en una nueva frecuencia. El cuerpo como lienzo, el atuendo como segunda piel: trampantojos y texturas elementales crean ilusiones donde la moda se convierte en pura magia.
Cada look traduce en emoción un elemento. El agua como fluidez en encajes líquidos; el fuego como siluetas que chispean en rojo sangre; la tierra en tejidos orgánicos que anclan; y el aire en volúmenes ingrávidos que levitan. Pero es la presencia de JENNIE la que da coherencia al caos, moviéndose entre esos estados con una delicadeza sutil.
«Esta campaña ha sido como entrar en un sueño. Cada look tenía su propia energía -fluida, ardiente, aterrizada o ligera- y me encantó expresar todas esas facetas de mí misma a través de los increíbles diseños de Gaultier», dice JENNIE. «Jean Paul Gaultier siempre me ha inspirado a ser audaz, y esto fue realmente una celebración de ese espíritu».
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