Desde los túneles secretos de la parte de atrás de la Estación Central de Milán, Jordan Bowen y Luca Marchetto han desplegado su magia partiendo de un simple elemento: el globo. Mil quinientos de estos, diseñados por el artista Dominic Mya inundan una nueva pasarela apocalíptica de JORDANLUCA. Cada globo es una burbuja de efervescencia visual, un recordatorio de la efimeridad, que a menudo se pasa por alto en la vorágine de la existencia cotidiana.
La frase del novelista Chuck Palahniuk en Not Forever, But For Now «Una vez rotas las cosas que se pueden romper, todo el mundo puede relajarse» resuena en toda la colección. Porque lo más real de todo es que lo único inevitable es el tiempo. Así como no podemos evitar que un globo se desinfle, tampoco podemos evitar el paso de los días. Y eso es algo inherente al ser humano, a toda nuestra existencia. El tiempo nos envuelve a todos y a todo, como lo hace el Vestido Carousel of Chaos en la pasarela. De 37 metros continuos de viscosa satinada sostenible, el traje cubre a quien lo lleva una y otra vez.
«La fiesta ha terminado, pero queda la esperanza», susurra la colección. Un eco de la realidad que todos enfrentamos, donde la esperanza se aferra a la verdad. La verdad de nuestras luchas personales, de la vulnerabilidad que compartimos en la experiencia humana; la verdad de nuestra vida cotidiana. Así, aparecen looks que recuerdan la vida de oficina, sacando a la luz la virtuosa sastrería, para la que se utilizan nuevas técnicas de fusión que hacen mantener la silueta y crear un efecto de ensanchamiento, sin perder el aire punk que les caracteriza. Destacan la camisa Clover de doble cuello, el abrigo Monolith y los pantalones de traje clásicos, que sustituyen en esta temporada al clásico KILT al que estamos acostumbrados de la marca.
Paraguas y bolsos grandes y funcionales acompañan al nuevo ciudadano, en el que confluyen la sastrería italiana de la parte de Luca Marchetto con el trasfondo punk británico que aporta Jordan. Un ejército de criaturas que pasean por este mundo loco con tachuelas, cremalleras, cuero y escudos punkies que se intercalan con cortes clásicos. Entre ellos, se encuentra Andreas Kronthaler, socio y actual director creativo de Westwood. El cameo del diseñador en apoyo de Marchetto, que hace una década trabajó como asistente de diseño personal suyo y de Vivienne Westwood, no es más que otra reafirmación de los códigos de la marca: sentimiento de comunidad a espuertas.
La pasarela de Jordanluca finaliza con un remix de “Mad World”, recordándonos que en este mundo los globos pueden echar a volar y, a veces se desinflan, pero sostenerlos siempre será nuestro acto más valiente. Así es al fin de al cabo el universo de JORDANLUCA: valiente.
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