En la penúltima noche de la Fashion Week de Milán, la moda se fusionó con la cinematografía. Jonathan Anderson demostró su genialidad una temporada más al convertir el universo de «Eyes Wide Shut», la icónica película de Stanley Kubrick, en una colección que rebosaba la tensión sexual propia del largometraje. La colección masculina FW24 y femenina Pre-Fall 24 de JW Anderson desencadenó una experiencia visual que fusionaba con maestría lo acogedor con lo perverso.
Los interiores de la película se usaron de punto de partida, elevando elementos que habían permanecido en segundo plano a un lugar central. Las cortinas, los rojos vibrantes y las pinturas creadas por Christiane Kubrick, esposa del director, se convirtieron en la esencia de la imaginería de la colección. Las representaciones figurativas que alguna vez formaron parte integral de la psicología de las escenas ahora ocupaban el lugar principal en prendas de punto, transformando la obra de Christiane en estampados vibrantes y evocadores. Terciopelo, satén, acolchados y cortinas se tradujeron en prendas de vestir. Los cuadros de Christiane Kubrick se imprimieron en vestidos largos, creando una conexión intrínseca entre la narrativa visual de la película y la narrativa de Anderson.
La colección presentó una fusión única de elementos de género, con medias veladas y calcetines en looks masculinos, tacones altos y guantes para ellas, y abrigos estructurados en ambos que encapsulaban a la perfección la estética cinematográfica de Kubrick. Hasta Polly, la gata del director, aparecía en bolsos y prendas de la colección; las flores de pascua se materializaban en broches; desde cárdigans abullonados hasta pantalones con forros de satén que recordaban cojines o cortinas, cada prenda emanaba esa tensión entre el Comfort y lo perverso.
Las texturas yuxtapuestas, las americanas infladas y a gran escala, las camisas con mangas enormes, los pantalones y las bombers sobredimensionadas, el protagonismo del rojo… todo contribuyó a una sensación de asfixia, llevándonos a una situación donde la claustrofobia y la tensión emocional presentes en «Eyes Wide Shut» parecían reales.
La narrativa de la colección culmina con «¿Quién es el pintor?», un cortometraje que amplía la exploración creativa de la colaboración entre JW Anderson y el universo Kubrick y que se estrenó esa misma noche en Milán. Dirigida por el nieto de Christiane, Jack Elliot Hobbs, la película teje el tejido de la pintura con la textura del diseño, invitando al público a experimentar el baile entre la moda y las bellas artes.
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