Self-Portrait deja atrás los sets ficticios y se lanza a las calles de Londres con una protagonista que no necesita introducción: Kate Moss. Bajo el objetivo de Johnny Dufort y con el estilismo a cargo de la propia Kate, la marca británica propone una mirada muy directa sobre cómo se visten hoy las mujeres: sin filtros.
La campaña, titulada «Portraits of Kate», no necesita mucha presentación ni narrativa, porque es lo que se ve en las fotos: una leyenda en movimiento, caminando por Marylebone, Mayfair o Soho como si fuera otro martes cualquiera. Pero no lo es. Porque cuando Moss elige qué ponerse de entre una habitación llena de piezas Self-Portrait, lo hace como si fuera su propio armario. Sin necesidad de construir un personaje para la ocasión.
«Me dieron libertad total», explica ella. «Elegí lo que quería ponerme como si fuera ropa mía. La luz era buena, el barrio me encanta… y de pronto llegaron los paparazzi de verdad.» El resultado: un retrato natural, casi voyeurístico, de una mujer icono llevando ready-to-wear en plena calle. Han Chong, fundador de Self-Portrait, lo resume así: “Con Kate no necesitas transformarla. Solo hay que dejarla ser. Su autenticidad hace todo el trabajo.”
En lo visual, la campaña se integra en el paisaje urbano a través de una activación poco común: los retratos se han desplegado en los escaparates de newsagents de Londres y Nueva York. En Reino Unido: Fitzrovia, Mayfair, Soho. En la costa opuesta: los quioscos del Lower East Side. Moda impresa a gran escala, pero en papel. Como si fueran portadas de tabloides vintage.
Una campaña muy sencilla sí, pero siempre bienvenida porque, ¡amamos a Kate!
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