Tras el fallecimiento del artista británico, protagonista de las infames portadas y logotipos de Sex Pistols, Hiroaki Sueyasu ha decidido rendir homenaje a su legado al considerarle su «punto de partida».
De esta forma, el diseñador japonés ha sabido combinar con destreza adornos inspirados en el bricolaje, tejidos artesanos en jacquard y atrevidos estampados con el objetivo de explorar la intersección entre el clasicismo del punk primitivo y la modernidad en el diseño, la silueta y la verdadera esencia de los detalles. Todo ello se traduce en vaqueros rasados, colores explosivos, tejidos desteñidos y deconstruidos y mensajes imperativos, manteniendo anteniendo la identidad y actitud inalterables del punk. Y es que la marca ha heredado este espíritu de protesta y rebelión, impulsando la evolución de una cultura moderna e independiente, respetando la individualidad a través de la libertad y la expresión. Sueyasu vuelve así a sus orígenes, proclamando el renacimiento y la renovación para KIDILL.
«La pérdida de algo que creía que iba a experimentar de alguna manera eternamente es como un vacío. Era un desconocido, pero también me retrataba a mí. Aunque Jamie y las demás figuras notables que crearon el punk primitivo nos hayan dejado, es nuestro deber garantizar que la esencia del punk, que ha influido en nuestro tiempo y en nuestra gente de innumerables maneras, siga viva. Son eternos» asegura el diseñador.
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