Poniendo en valor la tradición histórica de la Maison, la destreza de sus talleres, el poder del trabajo y la autoexpresión y la dedicación al arte.
El pasado 21 de junio la abadía Val-de-Grâce de París se convirtió en el escenario perfecto donde poder ubicar el ya emblemático cubículo de Dior, que esta temporada se alejó de la École Militaire para aportar un toque de aire fresco al gran evento. Allí se citaron a la superestrellas más destacadas del panorama internacional como Kate Moss, Robert Pattinson, Bad Bunny, Demi Moore, Maluma, Anna Wintour, Brooklyn Beckham, Christian Nodal, Michael Ward o Younes Bendjima, así como profesionales del sector y amigos íntimos de Kim Jones. Y es que tal como la invitación anunciaba, se trataba de un encuentro ‘for my real friends’.
Dentro de la impresionante construcción cuadrada se encontraba la gran instalación ideada en colaboración con el ceramista sudafricano Hylton Nel, basada en imponentes y coloridas figuras de gatos de varios metros de altura. Todas ellas cuentan la emocionante historia de dos caminos paralelos con historias diferentes, el trabajo de toda una vida desarrollando el arte de la cerámica y la pintura y el aprendizaje y la implicación de toda una vida en las fabricaciones y la ropa.
Al ritmo del tema musical de Kate Bush titulado ‘Cloudbusting’ descubríamos el nuevo significado que el diseñador ha decidido otorgarle a la ropa de trabajo masculina, basado en la funcionalidad, la longevidad y el legado. Las prendas adoptan el significado y el lenguaje de las esculturas, tomando prestados sus acabados y sus colores y llevándolos a un nuevo concepto donde los volúmenes, las formas y los ajustes conviven en perfecta armonía.
La Alta Costura de archivo cobra un nuevo significado a través de piezas únicas como un abrigo recuperado de un boceto no realizado de Saint Laurent para la temporada Otoño/Invierno de 1958 o la pieza Negatif perteneciente a la propuesta de Otoño/Invierno de 1960 y transformada ahora en el motivo del cuello-bufanda que se apodera de gran parte de la colección.
Las confecciones en punto cuentan con patrones lúcidos, divertidos estampados y cuidados detalles que recrean el imaginario de Hylton Nel. Los accesorios, por su parte, son lúdicos y prácticos al mismo tiempo, y han sido ideados a través de minuciosas técnicas artesanas. Es el caso de los zuecos, fabricados mano a mano con materiales nobles como la madera de Haya o la piel de becerro; o de la re-edición el icono más reconocido de Dior, el Saddle, suavizado para la ocasión.
Y hablando de la Semana de la Moda de París… El intercambio creativo y cultural de Nigo continúa en KENZO SS25.
Sigue toda la información de HIGHXTAR desde Facebook, Twitter o Instagram
Podría interesarte…