Ya ha pasado casi una década desde que ocurrieron los hechos.
En octubre de 2016, en plena Semana de la Moda de París, Kim Kardashian vivió uno de los acontecimientos más duros de su vida: una banda la asaltó en el apartamento que había alquilado en la capital francesa. Fue allí donde la amordazaron y ataron a punta de pistola con el objetivo de llevarse más de 10 millones de dólares en joyas. Y lo consiguieron.
Nueve años más tarde, la empresaria y celebridad se someterá al juicio donde, por primera vez, narrará los dramáticos hechos frente a un jurado de doce personas. Tras cinco años de investigaciones, las autoridades francesas llevaron el caso a juicio en 2021, y ahora por fin continuará el proceso.
Sin embargo, no es la primera vez que Kim K habla públicamente del tema. En 2017, en un episodio de ‘Keeping Up With The Kardashians’ se sinceraba con sus hermanas contándoles su traumática vivencia: «Me pidieron dinero. Les dije que no tenía dinero. Me arrastraron hasta el pasillo, encima de las escaleras. Fue entonces cuando vi el arma clara, clara como el día. Yo estaba mirando el arma, mirando hacia las escaleras. Tenía una fracción de segundo para tomar una decisión rápida. ¿Voy a bajar corriendo las escaleras o me van a disparar por la espalda? Me da mucha rabia pensar en ello. O me disparan por la espalda, o si lo consigo y ellos no, si el ascensor no se abre a tiempo, o las escaleras están bloqueadas, entonces, estoy jodida. No hay salida».
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