El sábado por la noche, la diseñadora del downtown neoyorquino, famosa por sus corsés de culto y sus piezas de noche ultra femeninas, se atrevió a irrumpir con estilo en el terreno masculino durante su desfile Primavera 2025. El escenario, un vestíbulo contemporáneo en Hudson Yards, ofreció un despliegue visual impresionante con modelos descendiendo por una majestuosa escalera, iluminados por el resplandor de Manhattan.
Shui reveló que su inspiración para el espectáculo provino de la exposición SECUNDARIA de Matthew Barney, una instalación de video y esculturas de terracota influenciada por el arte japonés Kintsugi, que Shui visitó en la Fundación Cartier en París este verano. Así, sus diseños descendieron desde el segundo piso, fragmentados y reconstruidos con una complejidad renovada.
Los vestidos negros de tul se convirtieron en auténticas esculturas, con apliques florales metálicos que ocultaban y revelaban torsos de manera provocativa. Los corsés de charol y las faldas rígidas se desplegaron con patrones dorados intrincados, un guiño al vasto y creciente archivo de la diseñadora. La incursión en la moda masculina no se quedó atrás: corsés sueltos atados con finísimas cuerdas de cuero se ceñían alrededor de los cuerpos, mientras que pantalones de cuero de acabado reptiliano llevaban la misma táctica de diseño hacia las piernas.
El modelo Jake Fleming destacó con un look similar, reemplazando las cuerdas de cuero por cremalleras plateadas en forma de «K» que iban desde la cintura hasta los tobillos. Su top, un corsé ceñido en tonos marrón-amarillo con drapeados en los hombros, parecía hecho a medida para el cliente andrógino que Shui busca conquistar. Más tarde, una camiseta sin mangas de lentejuelas y pantalones rosados reveladores, anudados con delicados lazos, ofrecieron el marco perfecto para un collar de flores plateadas que capturó la atención de todos los presentes. Las túnicas masculinas también se decoraron con flores moradas.
El leitmotiv de lilas explotó en la recta final: corsés, faldas y vestidos de noche que capturaban la esencia más pura de Kim Shui, elevando su firma a nuevas alturas. La gimnasta olímpica Jordan Chiles se encargó de cerrar el desfile en un body floral cubierto con una capa flotante, liderando el carrusel final de la colección como la viva encarnación de la visión de Shui: una búsqueda implacable del oro, en cada detalle.
Sigue toda la información de HIGHXTAR desde Facebook, Twitter o Instagram
Podría interesarte…