Con una obra que encarna la poética del colapso.
En un año en el que las líneas entre el arte, el diseño y la artesanía se difuminan más que nunca, Kunimasa Aoki se alza con el LOEWE FOUNDATION Craft Prize 2025 con su obra Realm of Living Things 19 (2024). Se trata de una escultura de terracota tan visceral como precisa. La pieza, que lleva al límite las posibilidades del material, le ha valido al japonés el aplauso del jurado y una dotación económica de 50.000€
Presentada como parte de la exposición de los 30 finalistas en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid, la obra de arte propone un profundo diálogo con la materia: capas de arcilla enrolladas, apiladas y sometidas a las leyes inestables de la gravedad, el tiempo y la presión. El resultado es una forma casi viva, un cuerpo que respira la tensión entre control y accidente, técnica y azar.
Realm of Living Things 19, con su carácter anamórfico, no se limita a ser observada: exige ser contemplada desde múltiples ángulos, donde el detalle microscópico de la superficie -con sus marcas de lápiz y acabados terrosos- revela universos internos, fragmentos de una geología emocional.
El jurado, formado por nombres como Patricia Urquiola, Oliver Gabet, Wang Shu, Magdalene Odundo y Frida Escobedo, valoró la honestidad de Aoki a la hora de explorar el proceso artesanal del enrollado tradicional.
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