El Festival de Cine de Cannes —ese eterno desfile de exceso cinematográfico y haute couture— acaba de lanzar una nueva noticia: queda oficialmente prohibida la desnudez en la alfombra roja. Sí, en pleno 2025, la pasarela más fotografiada del cine ha decidido tapar piel… y cortar faldas.
La nueva normativa, incluida en una “carta de asistentes al festival”, establece que por «razones de decencia», ni un solo centímetro de más. Esto no solo incluye los ya icónicos naked dresses de malla cristalizada o encaje barely-there, sino también cualquier intento de experimentar con el cuerpo como parte del outfit.
El documento es claro: los equipos de bienvenida tendrán autoridad total para bloquear el acceso a quien no respete el código. Lo que antes era territorio libre para el statement más arriesgado, ahora se transforma en un espacio de etiqueta estricta.
Y por si fuera poco, los vestidos con volumen dramático y trenes kilométricos también están vetados. ¿La razón? “Obstaculizan el flujo del tráfico de invitados y complican los asientos”. Traducido: se acabó el show del vestido que necesita dos asistentes y una zona VIP solo para la cola.
La pregunta es inevitable: ¿será este el fin de la era fashion-fantasy en Cannes? ¿O el nacimiento de una nueva tendencia entre los festivales?
Los relojes que compiten en brillo con las estrellas del Festival de Cannes.
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