Tras la presentación de la colección 51º de alta costura en la que desfilaron celebrities como Kim Kardashian, Dua Lipa y Nicole Kidman, Balenciaga deja de lado el espectáculo en su 52ª colección Couture para centrarse más en el diseño.
Tras las recientes polémicas que provocó Demna con las últimas campañas publicitarias de Balenciaga, el director creativo decidió enfocarse en la experimentación en torno a la sastrería, en la deconstrucción y reconstrucción de las siluetas y en contar la historia de la casa en sus siguientes lanzamientos. Esa visión se hizo patente en la 52 colección de Alta Costura de Balenciaga, la tercera a manos del diseñador georgiano. Y es que el creativo puso el foco, de nuevo, en hacer moda de calidad.
Balenciaga Couture se volvió a presentar en los salones de la Maison en el nº 10 de Avenue George, donde el propio Cristóbal daba a conocer sus colecciones entre la élite francesa. Con la voz de María Callas entonando O mio babbino caro o Casta Diva, el desfile empezaba con la icónica modelo Danielle Slavik vestida con un vestido negro largo, con manga francesa, flores en los hombros, un collar de perlas y unos guantes blancos. El mismo diseño de terciopelo de la colección de Alta Costura de 1966.
La sobriedad que tanto representa a Balenciaga quedó patente en los primeros los looks, para más tarde experimentar en volúmenes a la altura de la espalda como fue el escote curvo que llevó Vittoria Ceretti. También destacó la sastrería en tonos vivos y las dimensiones desproporcionadas a través de cinturas y hombreras muy marcadas. Los detalles casi arquitectónicos también estuvieron presentes en las faldas, los vestidos de encaje y los abrigos inspirados en la línea barril de 1947.
Demna no dudó en rebuscar en los archivos de la casa para presentar nuevas versiones de los icónicos códigos de Cristóbal. Las plumas, los looks metalizados con brillantes y volantes como el que llevaba Isabelle Huppert o los flecos fueron algunas de las claves de esta colección número 52. La casa de moda mostró su compromiso con la artesanía tradicional, combinándola a la perfección con nuevos elementos avant-garde a través de textiles pintados que simulaban el pelo y el denim.
Pero lo más sorprendente fue el look que cerraba el desfile en el que la artista contemporánea Eliza Douglas emulaba a una Juana de Arco. Hablamos de una armadura medieval en forma de vestido impreso en 3D realizado en resina galvanizada con un pulido en cromo. Rígido y reflexivo, este look totalmente inesperado, fusiona las técnicas clásicas con avances de vanguardia. Y es que Demna ha demostrado una vez más su posición en el mundo de la alta costura, ofreciendo una perspectiva única e innovadora de la moda.
Las mule 3XL de Balenciaga se tiñen de negro para esta temporada.
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