Dior FW25 es un manifiesto sobre cómo el pasado y el futuro pueden fusionarse sin perder nunca la esencia.
El director creativo de la Maison vuelve a sumergirse en los archivos para ofrecer una nueva narrativa visual cargada de historia en donde explora el poder de la transformación del prêt-à-porter. Inspirado por la Ligne H, una de las primeras colecciones diseñadas por Christian Dior para el Otoño/Invierno de 1954-1955, Kim Jones establece un puente entre la tradición de la alta costura masculina y la modernidad de una nueva era, proponiendo así una profunda reflexión sobre la evolución de la masculinidad, el estilo y la forma.
Reunidos en el cubículo ubicado en la École Militaire, como es habitual en la Semana de la Moda de París, nos sumergimos en su universo para ser testigos de lo que allí dentro iba a ocurrir. Kate Moss, Robert Pattinson, Quim Gutiérrez o J Balvin no quisieron perderse esta cita única que, según los rumores, podría ser el último show del británico al frente de la línea masculina de Dior.
La principal característica de la colección es, sin duda, el juego de volúmenes. El diseñador toma prestada la fluidez de la Ligne H, conocida por sus siluetas estructuradas pero sueltas, para reinterpretar los abrigos ‘Opera’ de los años 50 a través de un enfoque futurista. Los cortes se manejan con maestría, ya sean entallados o acampanados, jugando con las proporciones y creando una dinámica visual que oscila entre la elegancia clásica y la exuberancia contemporánea.
Los drapeados, presentes especialmente en los abrigos y los trajes, crean efectos hipnóticos de brillo, sombra y luz. Un ‘claroscuro’ que parece capturar la luz de manera única, mostrando cómo ésta puede coexistir con la oscuridad en un mismo espacio.
Una de las maravillas de la colección es cómo Kim Jones logra equilibrar lo extravante con lo práctico. En un contraste fascinante, los bolsos de suave confección se encuentran con accesorios utilitarios que apelan a la funcionalidad sin perder nunca la elegancia característica de Dior. Este balance se ve también en el calzado, donde los zapatos de vestir clásicos y las botas de cuero envejecido se completan con un lazo de alta costura satinado.
Esta temporada, el creativo no solo rinde homenaje a la tradición de la Casa, sino que también desafía las expectativas de la moda masculina.
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