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La moda en ‘The Idol’: entre la fantasía y la sordidez

Natasha Newman-Thomas, la diseñadora y estilista de vestuario de ‘The Idol’, desvela la inspiración estética que hay detrás de la decadente historia de amor de Jocelyn y Tedros.

La moda en ‘The Idol’: entre la fantasía y la sordidez

La controvertida serie de HBO, más allá de haberse consolidado como la más provocativa del año por motivos como la oscuridad del guion de Sam Levinson, y esa visión masculinizada que atraviesa todas las secuencias de la pieza audiovisual, existe algo que ilumina y resplandece entre toda esa tenebrosidad. Y esa es la moda, como uno de los lenguajes creativos clave de ‘The Idol’.

Natasha Newman, cuyo trabajo proliferó a partir de videoclips como «This is America» de Childish Gambino, ha construido el vestuario y definido la estética de la serie, de la que ha desvelado las referencias que le ayudaron a estimular esa fantasía oscura, y a potenciar la narrativa de cada uno de los personajes.

Si ponemos el foco en la protagonista, Jocely -interpretada por Lily Rose Depp- podemos ver a través de su personaje una representación ‘deificada’ de una estrella de Hollywood, como Brigitte Bardot, tal y como se refleja en una de las primeras secuencias del primer capítulo, cuando aparece con una bata de seda roja escarlata con encajes bordados. Precisamente ese vestuario ‘inalcanzable’ y poco práctico, que ya aparece representado al inicio de la serie, es el que acaba guiando la construcción de todos los looks de esta estrella del pop con los que mantiene ese estatus (irreal) de fantasía. Una referencia que podría tratarse de una especie de espejismo estético de otras producciones audiovisuales de Sam Levinson como ‘Euphoria’.

LA EVOLUCIÓN ESTILÍSTICA DE JOCELYN

El estilo de la protagonista va evolucionado a lo largo de la serie, transmitiendo a través de la moda una danza arrítmica entre el ‘empoderamiento’ y la decadencia, mientras es manipulada y anulada tanto por su círculo íntimo como por su pareja Tedros, representado como uno de los sórdidos personajes del juego GTA en Miami Vice.

Tal y como expresa la diseñadora de vestuario a i-D, al principio, Jocelyn, no toma las riendas de su propio destino. No es hasta que se da cuenta de su potencial cuando proyecta esa confianza a través de su ropa. «Definitivamente hay un arco narrativo que cambia después de que conoce a Tedros», insinúa Natasha. «Queríamos retratar su transformación a través de la ropa y su sensibilidad para aprovechar el poder».

REFERENCIAS DE CULTO

Natasha Newman se sumerge en los archivos de grandes diseñadores contemporáneos para rescatar algunas piezas icónicas de Valentino, Thierry Mugler o Jean Paul Gaultier, con las que acaba conformando ese look atemporal de una nueva superestrella con identidad propia. Más allá de esas firmas, al ser Lily-Rose Depp y Jennie embajadoras de Chanel, la marca les cedió una serie de joyas con las que realzar y embellecer los estilismos de Jocelyn.

Todas esas piezas de alta costura coexisten en un mismo imaginario con prendas vintage de diseño con las que reflejar la trágica historia de la estrella, evocando el estilo del viejo Hollywood, como una fuente de inspiración de la que bebe, sobre todo, el segundo capítulo de la serie a través de prendas como pantalones de Alexander McQueen, vestidos de Margiela hechos a medida o prendas de Jimmy Choo.

Sin embargo, el look más excitante de Jocelyn, seguramente sea el del videoclip de «World Class Sinner/I’m A Freak», con el que la actriz aparece sumida en medio de un ataque de pánico, ensangrentada en sus vertiginosos tacones, con una preciosa (y restrictiva) pechera metálica fluorescente de Nusi Quero.

EL SIGNIFICADO OCULTO

Todos los estilismos proyectados en la serie, que giran en torno a ese culto a la personalidad, y construyen el lenguaje visual del ‘ídolo’, se convierten en máscaras de poder y belleza que revelan mucha piel, incluso el cuerpo desnudo, pero que ocultan lo que verdaderamente subyace de todos esos looks: distraer la atención sobre quién es ella en realidad.

En este sentido, la moda en ‘The Idol’ se convierte en una expresión creativa que consigue reforzar tanto la narrativa global de la serie como el mundo individual de estos personajes que viven en el filo de la navaja, con prendas que van transformándose ‘dependiendo de los cambios de poder’, presagiando el futuro de cada uno de ellos.

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