Texto de Ana Franco.
Hay fotogramas que son historia de la relojería. Como aquel de Agente 007 contra el Dr. No (1962) en el que Sean Connery, metido en el traje de James Bond, consulta la hora en un Submariner 6538 de Rolex. O el de Arnold Schwarzenegger con un bazuca al hombro luciendo un Seiko Hybrids Divers en Depredador (1987). Pero la imagen más icónica de todas es aquella en la que Steve McQueen se abrocha su traje de piloto con rayas Gulf en Le Mans (un clásico de 1971 inspirado en la carrera de resistencia automovilística 24 Horas de Le Mans) mientras porta en su muñeca un Monaco de Heuer con esfera azul.
Ese inconfundible reloj de forma cuadrada, ideado en 1969, antes de que el grupo TAG adquiriera una participación mayoritaria en la relojera Heuer (en 1985), se erigió como uno de los primeros cronógrafos automáticos de pulsera. Seis de los nuevos ejemplares Monaco con dial azul se enviaron al set de rodaje de Le Mans, de los cuales cuatro incorporaban una correa de piel, que son los que se ven en la película.
Cuando la grabación del filme terminó, el propio McQueen regaló uno de esos cuatro Monaco con correa de piel a su mecánico personal, Haig Alltounian (después se vendió en subasta por 2,2 millones de dólares en 2020). Otros dos se hallan actualmente en el museo de TAG Heuer. ¿Qué pasó con el cuarto? Tras el rodaje lo adquirió Bevan Weston, un joven mecánico que estaba trabajando en el set apoyando al Ferrari 512 número 8. Weston fue parte del equipo recomendado al equipo de producción por Derek Bell, quien ayudó a entrenar a McQueen para conducir el Porsche 917 de la película, junto con Jo Siffert. Tras disfrutar del reloj durante 40 años, Weston lo vendió a un coleccionista privado en 2010, que ahora ha decidido desprenderse de él.
Así, es la primera vez que esa pieza va a salir al mercado. Lo hará el próximo 11 de diciembre en una puja organizada por la casa de subastas Sotheby’s, y puede alcanzar un precio de entre 500.000 dólares (453.350 euros al cambio actual) y un millón de dólares, según los tasadores de la compañía. Junto a él se ofrecerán otros cronógrafos retro que celebran la relación de Heuer con el automovilismo. Antes, el cuarto Monaco lucido por McQueen en pantalla se expondrá en Monterey (California) del 14 al 17 de agosto, y más tarde viajará a Nueva York para su exhibición del 5 al 10 de diciembre.
Para quienes no puedan optar a esta pieza histórica, siempre les quedarán las versiones del Monaco que TAG Heuer sigue fabricando desde 1997, cuando relanzó el modelo. No es que sean asequibles (parten de 7.600 euros), pero funcionan para emular a McQueen en Le Mans.
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