Calvin Klein inaugura la temporada primavera 2025 con una campaña que no solo captura la esencia de la sofisticación contemporánea, sino que también marca una nueva etapa para la marca con la emblemática Lily Collins al frente. En su debut con la firma, la actriz encarna la perfección del minimalismo elevado, bajo la dirección visual de la prestigiosa Charlotte Wales, en una propuesta que fusiona elegancia y funcionalidad.
La colección para esta temporada se erige como una reflexión sobre la sastrería moderna y la versatilidad sin esfuerzo, diseñada para acompañar a quienes transitan entre el día y la noche con una estética impecable. El concepto central es una amalgama de lujo discreto y practicidad atemporal.
Entre las piezas más destacadas, el chaleco y el blazer de textura técnica marcan un retorno a las formas más depuradas de la sastrería clásica, mientras que el vestido largo de viscosa acanalada y el vestido sin mangas con estampado de crepé deslumbran por su fluidez y frescura. La falda midi de satén mate, por su parte, revela una elegancia serena, mientras que la camisa popover de rayas jacquard se convierte en un básico.
En el ámbito del denim, la marca reinterpreta el clásico con un aire renovado: el Trucker Jacket y los Straight Jeans están confeccionados con Cone Denim, una de las telas más refinadas y apreciadas, que le otorgan una autenticidad inconfundible. Pero Calvin Klein no se conforma con lo convencional, y eleva esta propuesta con tejidos como la seda fluida y el satén, aportando una atmósfera más vanguardista y futurista a lo clásico.
Este lanzamiento se produce apenas después de la incursión de Calvin Klein en el mundo de la lencería, con una campaña protagonizada por Eve Hewson, reafirmando el compromiso de la marca con la innovación y la relevancia cultural.
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