Los expertos en belleza de Soul Factors nos revelan 7 trucos para mantener a raya tu rutina de skincare este invierno. Entre los consejos incluyen cambiar las fundas de las almohadas con regularidad para prevenir el acné, invertir en un exfoliante labial para eliminar la piel muerta, evitar usar el teléfono antes de acostarse y mucho más.
Cambia las fundas de almohada al menos cada DOS semanas
Lo creas o no, cambiar las fundas de la almohada afecta directamente a tu piel. Las bacterias se transfieren fácilmente de la piel a las almohadas y pueden provocar acné, por lo que es importante lavarlas con regularidad. Los ácaros del polvo y los alérgenos también se acumulan en la superficie, lo que provoca irritación.
Los expertos recomiendan lavar las fundas semanalmente o al menos cada dos semanas para eliminar el exceso de grasa, sudor y maquillaje. Si es posible, también deberías limpiar el interior de la almohada al menos una vez al año. Además, se recomienda que sean de seda y satén porque minimizan los brotes, el daño capilar y las arrugas con la fricción.
Utiliza un antifaz con manzanilla
La manzanilla es excelente para incluirla en tu rutina nocturna, ya que contiene antioxidantes que reducen las rojeces y la hiperpigmentación. Empapa unas almohadillas para los ojos en infusión de manzanilla, mételas en la nevera y úsalas por la noche mientras te relajas antes de acostarte y verás cómo hace efecto poco a poco.
Hoy en día pasamos demasiado tiempo mirando pantallas, un antifaz con infusión de manzanilla ayuda a aliviar la tensión ocular.
Prepara un exfoliante labial hidratante
Durante los meses más fríos, nuestros labios se agrietan y se resienten debido a la falta de hidratación causada por el clima, por lo que incluir un exfoliante labial en tu rutina es esencial para prevenirlo.
Mezcla una cucharadita de azúcar granulado con un chorrito de miel para crear un exfoliante natural lleno de antioxidantes. Remueve suavemente el azúcar en tus labios para eliminar las partículas de piel muerta.
Prioriza el cuidado de los pies
A menudo pasamos por alto el cuidado de nuestros pies, sobre todo en invierno. Acuérdate de incluir el cuidado de los pies en tu rutina nocturna con una mascarilla para dejaros suaves.
Si machacas medio plátano, añades media cucharadita de miel y mezclas ambos ingredientes, obtendrás una mascarilla hidratante natural para los pies que puedes ponerte durante 15 minutos. Déjatela puesta con un par de calcetines viejos o incluso un envoltorio de plástico para unos pies suaves.
Invierte en un tratamiento de aceite capilar
Los aceites capilares se están popularizando rápidamente en la industria de la belleza como es el caso del aceite de romero que se ha convertido en una de las mayores tendencias de belleza en TikTok en el último año.
El uso de aceites capilares durante la noche aporta hidratación, previene roturas e incluso puede aumentar el brillo y la suavidad del cabello. El aceite de coco también es una opción muy popular, ya que fortalece las cutículas del cabello y aporta brillo. También puedes hacerte una mascarilla capilar para aumentar la protección.
Mezcla un aguacate maduro machacado con dos cucharadas de aceite de coco y una cucharada de miel para tratar el pelo durante la noche. Aplica la mezcla sobre el pelo seco, distribúyela uniformemente, cúbrelo con un gorro de ducha o un paño y acláralo por la mañana. Si no te apetece dormir con ella, puedes dejártela puesta solo media hora.
Utiliza una crema hidratante no comedogénica
En invierno es fundamental mantener una rutina de cuidado de la piel que mejor que utilizar una crema hidratante no comedogénica, formulada específicamente para evitar la obstrucción de los poros.
La mayoría de las cremas hidratantes no comedogénicas incluyen ingredientes saludables para la piel, como ceramidas, ácido hialurónico y glicerina, que no son grasos y evitan la piel seca y escamosa. A todos nos gusta tener una piel suave e hidratada, así que mejora tu rutina nocturna con una crema hidratante ligera y equilibrada.
Reduce los niveles de luz azul antes de acostarte
La luz azul es una de las peores cosas a las que puedes exponerte antes de acostarte, ya que bloquea la capacidad del cerebro para reconocer que es de noche.
No sólo cansa la vista utilizar una pantalla tan tarde, sino que algunos estudios han descubierto que la luz azul puede agravar los daños en la retina. Conseguir unas gafas de luz azul, diseñadas explícitamente para evitarlo, puede ser un gran añadido a tu rutina.
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