Los desafíos de Kering en 2023

El conglomerado de lujo entra en una fase oscura e inestable tras una serie de episodios sustanciales para sus marcas, como el escándalo de Balenciaga, el cambio de guardia de Gucci o la política china de Covid Cero, siendo el mercado más importante para la empresa. Estos serán los grandes retos a los que deberá enfrentarse Kering durante este nuevo viaje alrededor del sol.

Durante los últimos meses, el grupo de François-Henri Pinault ha tenido que enfrentarse a los escándalos protagonizados por Balenciaga, a la retirada de Alessandro Michele de Gucci, y a las grandes pérdidas en el mercado chino, debido al incremento de casos Covid y a las políticas de bloqueo aplicadas en el país.

En este sentido, Kering ha pasado de estar en la cumbre a descender a un ritmo frenético. Sus marcas que, hasta hace muy poco, se concebían como los grandes referentes en la vanguardia de la moda, ahora parecen relegarse a los márgenes del sistema.  Aunque para constatarlo realmente tendremos que ver los resultados del grupo, que se desvelarán el 15 de febrero; día en el que el deberá presentar sus ingresos tanto del cuarto trimestre como los anuales.

El grupo de lujo ha estado intentando paliar entonces todas las problemáticas que han orbitado el universo Kering, y su constelación de firmas. Desde el nombramiento de Sabato de Sarno al cargo de la dirección creativa de Gucci, hasta su permisiva para que Demna Gvasalia se expresase acerca de lo sucedido en Balenciaga, y anunciase el regreso de esta misma en la pasarela durante la próxima Semana de la Moda de París.

Todo ello ha desestabilizado así los grandes pilares sobre los que se sustentaba la empresa, que ahora se enfrenta a un nuevo desafío en China, donde las ventas han caído en picado tras un inesperado aumento de los casos de coronavirus. Un terreno del que florecían la mayoría de las ganancias del grupo, que de alguna manera deberá reactivar, así como el renacimiento de Gucci y Balenciaga.