Si estos días ves una cantidad anormal de dragones por todos los sitios, no creas que se prepara la vuelta de Juego de Tronos o de Dragones y Mazmorras. Lo que está por venir es el Año Nuevo chino, que también recibe el nombre de la Fiesta de la Primavera. Según su tradición, el 2024 caerá el 10 de febrero, y será el año del dragón, que fue la primera criatura que apareció en los mitos y leyendas chinos, y que representaba la autoridad imperial, la riqueza, la fertilidad y los buenos augurios.
Por eso miles de marcas están acercándose a los consumidores chinos, que son legión, lanzando productos con dragones por doquier. Según el banco de inversión Morgan Stanley, algunos actores del lujo, incluido el grupo Richemont (dueño de Montblanc, Cartier e IWC, entre otras), ya generan alrededor del 40% de los ingresos globales en China, y eso es mucho decir.
Entre las que aprovechan cada nuevo año chino para atraer a sus clientes de ojos rasgados con piezas especiales están las firmas de alta relojería suizas, que entregan relojes decorados con grabados del animal que toque en cada ocasión según el horóscopo chino.
Suelen tomar como lienzo el mismo modelo cada año. En Chopard, por ejemplo, es el L.U.C XP Urushi, un reloj extraplano de oro rosa y 39,5 mm de diámetro, cuya esfera la decora a mano un artesano japonés con laca urushi, polvo de oro e incrustaciones de nácar. Vacheron Constantin es otra de las habituales. No en vano, esta enseña mantiene lazos con China desde 1845. En su caso, ofrece relojes de su colección Métiers D’Art por estas fechas. Son ejemplares que también muestran distintas técnicas decorativas, inspiradas en el arte, la historia y la cultura.
Otra característica propia de los relojes conmemorativos del Año Nuevo chino es que su edición está limitada a ocho u 88 unidades, porque el 8 es el número de la suerte en el gigante asiático.
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