Texto de Ana Franco.
Que Timothée Chalamet no es un hombre como los demás lo demuestra no solo su talento artístico. También sus elecciones estilísticas. Y, sobre todo, su joyero. Solo él (y quizás Paul Mescal y Jacob Elordi) es capaz de adornarse con un reloj de menos de 30 mm de diámetro sin complejos. También de pasearse, como hizo en el Festival Internacional de Cine de Berlín (la Berlinale) con una pieza rosa a juego con su desenfadado look de sudadera con capucha de Chrome Hearts.
Ese reloj era un Ballon Bleu de acero de Cartier, firma de la que el intérprete francoestadounidense es imagen. Al instrumento le delataban sus números romanos y su corona con un cabujón de espinela sintética azul protegida. También son propias de esta colección las agujas de acero azulado en forma de espada. Este modelo rosa de 33 mm se encuentra en el catálogo de la enseña por 6.750 euros con el brazalete de acero, si bien Chalamet empleó una correa de piel rosa para ajustarlo.
¿Quién dijo que el rosa y el tamaño reducido en un reloj era cosa de chicas? Chalamet lleva meses demostrando que las convenciones están para romperlas, ayudado por una firma, Cartier, que está devolviendo a la actualidad la tendencia (propia de épocas pasadas) de llevar relojes mini sin importar el sexo de quien lo hace. Y Timothée ha pisado alfombras rojas de medio mundo con modelos Cartier, vintage o no, de diámetros enanos. Uno de ellos ha sido el Panthère de 23 x 30 mm y 6 mm de grosor. Fabricado en acero, tiene un precio de 4.750 euros.
El pasado enero, el prota de Un completo desconocido, en la que da vida a Bob Dylan, se dejó caer por el Festival Internacional de Cine de Palm Springs (California) con dos Cartier Tank diminutos. Y quien ha sido también Willy Wonka y Paul Atreides en Dune lució en los Globos de Oro de 2024, que otorga la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, otro delicado reloj “de mujer”: el original Cartier Crash, con un bisel tachonado de diamantes.
La forma de este reloj parece lo que su nombre revela: que ha sido deformado tras un accidente, y recuerda a los relojes blandos que pintó Salvador Dalí. El de Chalamet, de oro blanco y movimiento mecánico de cuerda manual, llevaba engastados 150 diamantes en el bisel y en la corona de su caja.
No todo ha sido Cartier en el joyero de Chalamet. Antes de su asociación con la enseña francesa vistió un Reverso Classic Large Small Seconds y un Reverso Tribute Duoface en oro rosa, ambos de la marca suiza Jaeger-LeCoultre, así como un Gran Reloj de Aviador con la esfera azul de IWC. ¡Ah! Y un Day-Date de Rolex. Que no falte la marca de la corona en la muñeca de quien reina en el cine actual.
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