Más allá de su identidad como arquitecto, artista y diseñador, Frank Gehry se guía en cada una de sus creaciones por la experimentación constante con las formas y los materiales. El propio artista contribuyó a concebir la escenografía que se presentará en Art Basel Paris, revisando algunos de los elementos clave de su colaboración con Louis Vuitton a través de un conjunto de objetos, dibujos y modelos que ha creado para la Maison a lo largo de casi veinte años de colaboración.
Flotando en lo alto de la escalera del Grand Palais se encuentra un monumental pez blanco colgante, una referencia colosal que constituye una figura esencial en la visión arquitectónica de Frank Gehry. Esta escultura subraya su delicada silueta, combinando fuerza y flexibilidad, que simboliza la aerodinámica que caracteriza las estructuras del artista. Al mismo tiempo, esta pieza enfatiza el efecto ornamental de sus escalas, inspiradas en el principio de variación, otro rasgo esencial de su trabajo con las formas. Este animal móvil está rodeado por un gran arco de listones dispuestos de forma geométrica. Esta espectacular pieza, al igual que algunas de las piezas de papel washi que se muestran en la exposición, remite a la inclinación de Gehry por las artes visuales japonesas.
Impulsada por sus valores comunes de excelencia e innovación, la sinergia artística de la Maison con Frank Gehry trajo en su momento a París un monumento emblemático: el edificio de la Fundación Louis Vuitton, que este año celebra su décimo aniversario. Este icónico edificio, una de las obras maestras de la arquitectura del siglo XXI, comenzó a tomar forma en la mente del arquitecto a principios de la década de los 2000. Cuando comenzó a concebir la obra, el arquitecto decidió utilizar para su construcción materiales que destacan por su transparencia y ligereza.
En la muestra podremos observar un conjunto de ilustraciones que se remontan a 2006 y algunos modelos a escala que dan buena muestra de su característico uso de las aberturas y del vidrio, que concibe como transposiciones espaciales de un sueño cristalino. Los modelos de velas ponen de manifiesto la importancia de la navegación en el diseño de este buque de cristal. Todos estos códigos están también presentes en sus últimas creaciones, como la Maison Louis Vuitton de Seúl, inaugurada en 2019. En esta exposición, igualmente inspirada en la luz y la fluidez, el arquitecto vuelve a poner de relieve su compleja concepción de las estructuras disponiendo lúdicamente los elementos de forma oblicua, jugando con múltiples líneas de fuerza laberínticas y rompiendo armónicamente la perspectiva.
La transparencia, los giros y la ligereza son también los conceptos que han inspirado la colección de tapones para perfumes que Frank Gehry diseñó para Louis Vuitton en 2021. Fue entonces cuando creó el diseño Blossom, que evoca tanto las flores como las llamas, para coronar los frascos de los perfumes de Les Extraits. En 2022, Les Editions d’Art reeditó por completo sus tapones, esta vez en cristal de Murano. Los bocetos del artista revelan el proceso creativo que subyace bajo estas dinámicas e iridiscentes piezas inspiradas en formas orgánicas.
Louis Vuitton revela ahora la colección exclusiva de bolsos que Frank Gehry ha creado para la Maison combinando su visión única con el savoir-faire de la firma. Cada una de las piezas revisita los modelos icónicos de Louis Vuitton reflejando al mismo tiempo los principios que rigen la estética de la obra del arquitecto. La transparencia como ideal y la importancia de las formas botánicas se plasman con gran belleza en el Capucines Mini Blossom y en los bolsos Mini Puzzle. Al mismo tiempo, los Capucines Concrete Pockets en tamaño medianp, y el Shimmer Haze y el Analog, ambos en tamaño BB, evocan directamente algunos de los edificios más conocidos de Gehry: el Museo Guggenheim de Bilbao o el Walt Disney Concrete Hall de Los Ángeles, el Museo de Cultura Pop de Seattle y el Edificio IAC de Nueva New York, respectivamente, transformando así su arquitectura en esculturas en miniatura de esmerada tecnicidad.
El pez, animal tótem de la exposición, se declina también en varios modelos. Toma forma a escala en el bajorrelieve de cuero del bolso Capucines mediano Floating Fish, mientras que en el bolso Capucines Mini Drawn Fish su silueta se borda con delicadeza en la superficie de piel de cocodrilo. En el bolso BB Croc, el cocodrilo se lleva como un asa joya, y la Twisted Box, una pieza original diseñada en 2014 para celebrar la colección Monogram con motivo del 160 aniversario de la Maison, reinventa la icónica lona del baúl con su visión sin igual, que desafía cualquier aproximación frontal a un objeto en el espacio. El baúl de Louis Vuitton, eternamente moderno, se reinventa así a través de un ingenioso uso de los espacios.
Al poner de relieve el extraordinario legado artístico de Frank Gehry, que ya forma parte integral de la propia identidad en Art Basel Paris, Louis Vuitton celebra su sostenido compromiso con el arte. Esta estrecha relación se remonta a más de un siglo atrás, cuando Gaston-Louis Vuitton, nieto del fundador de la firma, estableció contacto con distintos artistas para que diseñaran los escaparates de sus tiendas, así como carteles publicitarios y objetos para la Maison. Desde entonces, Louis Vuitton no ha dejado de colaborar con artistas internacionalmente reconocidos en colecciones cápsula y piezas únicas. Por su parte, la Maison proporciona el savoir-faire y el sentido de la innovación que ha caracterizado su trayectoria desde 1854.
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