Después de la decadencia siempre viene la austeridad, un repentino choque con la calma. La colección FW19 de Maison Margiela se centra en la purificación del mundo de internet, de la sobrecarga de imágenes y estímulos.
A través de “El Lago de los Cisnes” de Tchaikovsky, se alude a la idea de la transformación de una persona en un cisne. Cisnes blancos y cisnes negros que se rebelan contra la sobreexposición. Los modelos con la cabeza cubierta de plumas entran en un diálogo constante entre lo masculino y lo femenino, lo que hace que la identidad entre los sexos sea extremadamente fluida.
Lo no-binario es la orden actual dentro de la política de género. Tal y como Galliano confirmaba, se trata de una colección mixta . Por ello, una vez más, el adolescente trans Finn Buchanan fue el encargado de abrir el desfile. El joven londinense de 16 años reflexionaba durante una entrevista que «los niños tienen el pelo corto, las chicas tienen el pelo largo … Pero ¿qué es un niño? ¿qué es una niña? Son cosas que están incrustadas en tu día a día. Si está incrustado en la generación de nuestros padres, entonces se nos transmite, a menos que lo cuestionemos «.
De hecho, este mismo tema ya estuvo presente en London Fashion Week con el cortometraje “Reality Inverse” que Maison Margiela realizó en colaboración con SHOWStudio. Se trata de una conversación visual entre John Galliano y Nick Knight.
La pasarela se caracterizó por su sencillez, una pista blanca sin decoración ni luces llamativas. La ropa fue sin duda la protagonista, consiguiendo ser lo suficientemente interesante como para llamar la atención de los asistentes. Borra el streetwear y las categorizaciones de género con las que la juventud ha crecido. Esta nueva energía está muy relacionada con el equipo de estudiantes de Central Saint Martins en prácticas que hacen llegar sus ideas al propio Galliano.
En la colección, titulada “Défilé”, encontramos tendencias que han surgido en otras pasarelas esta temporada como el acolchado de Nueva York o los hombros y cinturas dramáticas de Milán, eso sí, con un toque Margiela.
Con respecto a las prendas, se centra sobre todo en básicos, sastrería, abrigos, trajes de pantalón y faldas. El uso de piezas clásicas para crear nuevas formas, entre las que encontramos un abrigo de franela cortado como un vestido, un abrigo de cuero transformado en unos pantalones cortos, pantalones rediseñados en faldas, vestidos y capas. Asimetrías, oversize y estampados psicodélicos. La paleta de colores mezcla negro, gris y marfil, combinado con el motivo flamenco.
Rompe con los tonos clásicos de tejidos masculinos realizados en colaboración con Mackintosh, que actúan como un hilo común para toda la colección. Y es que la degeneración es otra de las ideas que inspiran esta colección, utilizando telas tradicionales como la franela o el fieltro. Un claro ejemplo es el abrigo de Harris tweed cortado para crear una chaqueta cuadrada corta combinado con pantalones Jacquard y unas botas de cuero. Como no podía ser de otra manera dentro del universo libre de género de Galliano, el look fue llevado por un hombre.
Maison Margiela FW19
Por otra parte, los trazos de tiza que imitan a las guías que usa un sastre y las costuras a la vista de los trajes de dos piezas no pasaron desapercibidas, sirviendo como elemento decorativo y como recordatorio de la complejidad y el conocimiento necesario para crear las prendas. Todas la ropa de la colección necesita a un diseñador con mucha habilidad práctica para lograrla. Quizá estas creaciones a simple vista parecen sencillas pero, en realidad, esconden una gran complejidad.
En definitiva, John Galliano ha vuelto a sorprender. Esta vez con la exposición de volúmenes exagerados y patrones inverosímiles en colores neutros alternándolos con estampados de vibrantes tonalidades sin perder la esencia Margiela.
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