La diseñadora ha trazado una revisión profunda de los recuerdos y gestos que forman parte del legado de la Maison.
Para la directora creativa de la línea femenina de Dior, la moda es mucho más que un medio de expresión: es un vehículo para el cambio constante. Y en el desfile prêt-à-porter FW2025 ha querido dejar un mensaje claro donde las prendas son vivas, dinámicas y se nutren de las huellas del tiempo.
Las colecciones de Chiuri no se limitan a un juego de inspiración estética, sino que se convierten en un espacio donde los códigos culturales, sociales y estéticos se sedimentan, fusionándose para dar vida a piezas que fusionan los deseos y las realidades modernas. La temporalidad, esa constante influencia del pasado sobre el presente, juega un papel fundamental en esta última propuesta.
Uno de los elementos más significativos esta vez es, sin lugar a dudas, la camisa blanca. Un elemento básico del vestuario que Maria Grazia reinventa como un símbolo de libertad. Para ella, esta prenda deja de ser un básico para convertirse en el eje de un atuendo liberado de los estereotipos de género. Un gesto que rinde homenaje a la visión inclusiva de Gianfranco Ferré, antiguo director artístico de Dior, y cuyas formas arquitectónicas vuelven a formar parte de esta idea.
De esta forma, los volantes de los cuellos desmontables reflejan esta metamorfosis constante, con la posibilidad de llevarlos o no, según el estado de ánimo de quien los luzca. Este gesto, de alguna manera, evoca la figura del personaje de Orlando, de la novela homónima de Virginia Woolf, una creación literaria que atraviesa las barreras del tiempo y el género.
Reunidos en el Jardin Des Tuileries, en uno de esos emblemáticos cubículos que distinguen los shows de Dior del resto de citas del calendario, nos sumergimos en el universo visual de Robert Wilson, donde se nos muestra un mundo en constante mutación. A través del contraste de colores, de la oscuridad a la luz, el desfile supuso un viaje dividido en tres etapas.
No faltaron los guiños a la historia de la Maison, como el regreso de uno de los diseños más icónicos como la camiseta J’adore Dior ideada por el gran John Galliano.
Además, la aparición de los cuellos de encaje, junto con detalles brillantes y mates, blancos y negros, mostraban esa dualidad de la feminidad en la que Chiuri lleva trabajando toda su carrera: una feminidad que no se limita a las normas, que explora todas sus aristas y que se redefine constantemente a través de la historia.
Sigue toda la información de HIGHXTAR desde Facebook, Twitter o Instagram
Podría interesarte…
