Versace regresa para la temporada SS25 con una campaña que trasciende lo superficial y celebra la autenticidad del ser humano en su totalidad. Bajo la dirección del dúo fotográfico Mert & Marcus, la firma italiana reúne a dos de las modelos más solicitadas del momento: la danesa Mona Tougaard y la francesa Loli Bahia. Ambas encarnan el espíritu de una colección que invita a reflexionar sobre la belleza en la diferencia y el poder transformador de la confianza en uno mismo.
La campaña se construye sobre la premisa de capturar «retratos conmovedores y emocionales», donde cada pieza visual busca ir más allá de la estética, enfocándose en lo profundo y lo esencial: el individuo. En una serie de diálogos cercanos con Donatella Versace, Tougaard y Bahia exploran la complejidad del ser, mostrando cómo nuestras vulnerabilidades, fortalezas y valores nos unen y nos definen.
«Siempre he creído en la importancia de celebrar al individuo. Somos únicos, somos vulnerables, somos valientes, somos amables, somos fuertes. Nuestras diferencias no son nuestras debilidades, sino la fuerza que nos conecta y nos hace fascinantes unos a otros. Esta campaña captura esa individualidad, no como una simple apariencia, sino como una actitud, como una declaración de libertad», declara Donatella Versace.
La campaña apuesta por looks que irradian espontaneidad, donde el concepto de ‘no coincidir’ se convierte en una afirmación de estilo. Las piezas como los vestidos y faldas confeccionados con la icónica malla metálica de Versace, se combinan con estampados que fusionan la tradición con la modernidad. Las chaquetas, junto a las camisas de seda estampadas, ofrecen una narrativa visual de contrastes, mientras que los accesorios, como los nuevos colores de las emblemáticas bolsas Versace Tag y Kleio, se presentan en cueros color caramelo y patchwork con dijes metálicos.
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