Noah Lyles, tras consagrarse como el hombre más rápido del mundo al ganar la medalla de oro en los 100 metros en los Juegos Olímpicos de París 2024, tiene una nueva meta que promete revolucionar el mundo del atletismo. En una conferencia de prensa posterior a su impresionante victoria, Lyles no solo celebró su logro, sino que también levantó la voz sobre una cuestión crucial: la falta de oportunidades y asociaciones para los atletas de atletismo.
Ante la pregunta sobre su futuro y el del atletismo estadounidense, Lyles fue claro y directo: «Quiero mi propio zapato». La declaración, lejos de ser un simple capricho, revela su deseo profundo de romper con una tradición que ha ignorado a las estrellas de la pista. Lyles detalló su visión, subrayando que no busca unos picos para la pista, sino una zapatilla deportiva de firma que represente su estilo y logros. «No hay dinero en los picos», señaló, destacando la realidad financiera a la que se enfrentan muchos atletas de élite.
Su aspiración va más allá de un simple producto; es un manifiesto de reconocimiento y respeto hacia los logros en el atletismo. El velocista también mencionó el caso de Michael Johnson, el legendario corredor y cuatro veces medallista de oro olímpico, quien nunca consiguió su propio calzado firmado. «Es una locura para mí que, a pesar de la cantidad de medallas que ganamos y la notoriedad que traemos, eso no haya sucedido», expresó Lyles.
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