Un texto de Ana Franco.
El creativo lo ha vuelto a hacer: ha conseguido estar en boca de todos tras el desfile de Louis Vuitton que ha tenido lugar en la Semana de la Moda Masculina de París, en la que ha presentado sus propuestas para la temporada Otoño/Invierno 2024. Y no solo ha llevado a la pasarela los flecos, las botas, el pelo de vaca y el tejido vaquero del lejano oeste americana. Williams salió a saludar al final del espectáculo con un sombrero de cowboy y un reloj que dejó a los presentes estupefactos.
En realidad, no es la primera vez que lo lleva. Lo lució cuando debutó como director creativo de las colecciones para hombre de LV, el pasado junio. Y ya epató al personal entonces, porque se trata de un modelo rarísimo y extraordinario a partes iguales. Tanto como el propio Pharrell, amante confeso de los relojes.
Se trata, nada más y nada menos, que del reloj mecánico más fino del mundo, el RM UP-01 Ferrari, con una plusmarca mundial en cuanto al grosor de 1,75 mm y ligero como el viento. Es el ejemplar de titanio que lanzó al mercado Richard Mille (la marca que viste desde hace dos la muñeca de Rafael Nadal) en julio de 2022, solo tres meses después de que Bulgari pulverizara los límites de la delgadez entregando un diseño mecánico de 1,8 mm de grosor.
Surgió de la colaboración entre Richard Mille y Ferrari, de ahí que luzca el Cavallino Rampante, el símbolo de la firma de coches deportivos italiana. Y su forma de barril es característica de los instrumentos para medir el tiempo de Richard Mille, aunque en este caso se lleva en sentido horizontal.
Para darle vida, la relojera ensambló en la propia caja (de 51 x 39 mm) el movimiento esqueletizado, el calibre RMUP-01, que aporta las horas, los minutos y los segundos y ofrece una reserva de marcha de 45 horas. La hora se lee en la mitad superior de la esfera, en el centro.
Pharrell Williams y Richard Mille ya habían revolucionado la relojería en 2020, cuando trabajaron juntos en un reloj que mostraba en su dial la Tierra vista desde Marte, en concreto desde el casco de un astronauta en el que se veía reflejado el planeta. La referencia RM52-05 fue una edición limitada a 30 ejemplares cuyo precio rondaba los 900.000 euros.
Por supuesto, el RM UP-01 Ferrari, limitado a 150 unidades, lo supera con creces, pues es acorde a la viguería técnica que supone: cuesta 1,8 millones de euros.
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