Cada vez es más popular que los psicólogos usen la hipnosis como herramienta para multitud de problemas como la ansiedad. Existen muchas definiciones de hipnosis. Pero podemos resumirla en que se trata de un estado de sugestionabilidad que se produce a través de una inducción.
Es cierto que el número de personas cuya ansiedad disminuye gracias a la hipnosis sigue aumentando. Y también el número de profesionales que se forman. La primera es que la hipnosis ha ganado legitimidad científica. Durante mucho tiempo se consideró una práctica misteriosa, incluso oculta. Hoy, con el desarrollo de la neurociencia y la imagen médica, comprendemos mejor su eficacia. Además de que se realiza ahora en los centros médicos para practicar la anestesia.
En los últimos 20 años, se ha producido un auge de las técnicas de desarrollo personal, en particular la meditación, similar a la hipnosis, por lo que se ha alejado de sus connotaciones espirituales originales. ‘La combinación de diferentes técnicas de hipnosis es interesante para liberarnos de traumas muy antiguos, fobias, adicciones, ansiedades persistentes, también para la preparación mental de deportistas de alto nivel’, explica Anthony Laroche, maestro en hipnosis ericksoniana, PNL e hipno-coaching.
‘Se dice que el 90% de nuestro funcionamiento global está gestionado por procesos inconscientes. Cuando tenemos un problema recurrente, un patrón negativo, un bloqueo, a menudo está programado a nivel inconsciente’, comenta Margot Sitruk, profesional en hipnosis ericksoniana. Con la hipnosis se accede a tus recursos más profundos y a nuevos niveles de conciencia. Los resultados son mucho más rápidos que con la psicoterapia porque se tiene acceso directo al inconsciente y a toda la información allí almacenada.
¿Cómo funciona?
‘Todos tenemos un estado de conciencia ordinario, que varía a lo largo del día desde la ensoñación hasta la ultraconcentración. Pero hay otros estados de conciencia a los que nos cuesta acceder voluntariamente’, explica Kevin Finel, fundador del Arca, la principal escuela de hipnosis de Europa, y cofundador de la web Le Psychonaute.
«Si tenemos antojo de azúcar, por ejemplo, lo comeremos aunque sepamos que después nos sentiremos culpables. Bajo hipnosis, podemos llegar a la raíz de esta compulsión para poder cambiarla. Se puede trabajar en el lugar adecuado de inmediato y liberarse de la huella que puede haber tenido en el pasado y que está causando este comportamiento’.
¿Es para todxs?
Todos pueden practicarla, porque todo el mundo tiene una mente consciente y una mente inconsciente. Y porque la hipnosis es un estado natural del cerebro que todo el mundo experimenta a diario. Pero se dice que el 30% de las personas son especialmente sensibles a ella.
¿A qué se debe? ‘Hay muchos factores que mejoran la receptividad, como tu nivel de apertura mental, tu capacidad de dejarte llevar, tu nivel de desarrollo personal, el estado de ánimo en que te encuentres el día de la sesión, la calidad de la relación establecida con el practicantes’.
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