El debut de Pharrell en Louis Vuitton abrió una nueva era en la moda de lujo contemporánea a raíz de una visión y un concepto poderoso que unía culturas y comunidades urbanas, entre leyendas del hip-hop y magnates de los negocios parisinos enfundados en estampados eclécticos, monogramas y referencias artísticas. Una narrativa en la que disolvió asimismo la obra de Henry Taylor a través de retratos bordados microscópicamente en piezas de sastrería y denim.
La grandiosidad de esta pasarela, se debió, más allá de por su identidad lúdica, por un sinfín de factores como su marco atmosférico habitado por un número desmesurado de personalidades del stardom, así como por la glorificación de sus diseños estimulados por una serie de referencias artísticas y culturales que acabaron de elevar su colección de apertura.
LA OBRA DE HENRY TAYLOR
Henry Taylor se convirtió así en una de las fuentes de inspiración absoluta de Pharrell a la hora de idear algunas de las piezas en las que diluyó la identidad y las pinturas del artista afroestadounidense centradas en el sujeto, y en la narración de sus historias.
El artista, afincado en Los Ángeles, se caracteriza por sintetizar en su obra imágenes y figuras de la historia, la cultura popular y la experiencia personal en un mismo lenguaje visual en el que subyace una lente crítica a través de la cual contemplar la vida de la comunidad negra en EE.UU, tanto en el pasado como en el futuro.
Aunque Taylor destaque por sus retratos, su obra abarca muchos géneros y corrientes inspiradas en artistas como Matisse o Basquiat. Dentro de esta diversidad estilística, las condiciones de la América negra se ponen de manifiesto de manera trascendental, ingeniosa y alegre para representar a la sociedad, y documentar acontecimientos con un trasfondo de crítica social.
Henry retrata de manera expresiva a toda esa comunidad racializada con colores brillantes en diferentes contextos y escenarios en los que aborda temas como su propia familia, o dibuja a personalidades diversas como deportistas, homeless, camareros, pacientes hospitalarios o famosos en un mismo marco generacional.
EL TRIBUTO ARTÍSTICO DE PHARRELL
En este sentido, las pinturas de Taylor, más allá de haberse convertido en el telón de fondo de los conciertos de Kendrick Lamar, en forma de colosales lonas que acaban de intensificar y potenciar su concepto artístico, Pharrell las trasladó al mundo de la moda en su propio homenaje al pintor y escultor famoso a través de micro bordados que embellecían trajes Louis Vuitton alternados con el emblemático monograma de LV.
En sincronización espiritual con los sentimientos y las emociones que inspiraron la colección masculina de Williams: amor, unión y curación, la iconografía representativa del artista estadounidense infundió valor histórico a looks como trajes de sastrería oversize, vaqueros o accesorios que se disolvieron en una misma narrativa poderosa con la que captar la contemporaneidad y la esencia de la condición humana de manera real.
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