«Cada beso comienza con M(SCHF)» — y, como siempre, lo hacen de forma inesperada. Justo a tiempo para el Día de San Valentín, MSCHF redefine el concepto de lujo con Rock Candy, una joya que da un giro radical a la nostalgia. Este anillo de caramelo con diamantes no solo hace homenaje al icónico Ring Pop, sino que lo eleva a una verdadera pieza de arte vanguardista.
Disponible en tallas 7 y 9, Rock Candy juega con tres sabores: algodón de azúcar con frambuesa azul, manzana verde y fresa. Pero, como todo en MSCHF, lo que parece dulce esconde algo mucho más significativo. En el centro de cada anillo, un diamante de 0,75 quilates, cultivado en laboratorio con la máxima precisión, está engastado en una banda de plata de ley. Lo que parece una golosina efímera es en realidad una joya de siete gramos de azúcar, que con el tiempo va desapareciendo para revelar el verdadero tesoro que lleva dentro.
Con Rock Candy, MSCHF no solo transforma el acto de regalar un anillo, sino que lo convierte en una experiencia sensorial de lujo y nostalgia, donde lo efímero se encuentra con lo eterno. Porque, al final, lo único que queda es el brillo del diamante, mucho después de que el caramelo se haya desvanecido.
MSCHF se ha encargado de hypear y caricaturizar este año otras maxi-botas.
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