Si lo sabes, lo sabes: en el K-pop, hablar de tus relaciones amorosas en el K-pop es casi un tabú lo que lleva a la especulación. Este año, Lisa de BLACKPINK rompió el silencio con su sencillo Moonlit Floor, donde hizo referencia a su novio francés, Frederic Arnauld. Mientras tanto, tras el éxito de APT, Rosé también decidió abrir una ventana a su vida personal, tocando las estrictas reglas sobre las citas en la industria del K-pop.
«Espera, ¿podemos decir esto?» se preguntó Rosé durante la entrevista, mientras dudaba sobre lo que podía o no compartir. «Tal vez es demasiado. ¿No deberíamos?» La cantante admitió que la vulnerabilidad y las normas de la industria le han hecho difícil expresarse abiertamente. «No son cosas locas, en realidad. Son cosas bastante normales», dijo, anticipando lo que podría ser parte de su próximo álbum. Y aunque quiso hablar de amor y romance, confesó que aún le asusta la idea.
En el mundo del K-pop, las agencias mantienen un control férreo sobre la vida amorosa de sus artistas, prefiriendo que los ídolos sigan una imagen de solteros eternos, para que los fans se sientan más cercanos a ellos. «Quieren que los fans sientan que tienen una relación con sus ídolos», explicó la periodista Lulu García-Navarro.
Rosé, no obstante, reconoce lo absurdo de la situación: «Sí, no es normal. No lo es. Pero tampoco lo es para mí». A pesar de haber estado siempre rodeada de misterio en torno a su vida personal, la cantante asegura que nunca sintió la necesidad de confirmar ni desmentir nada. «Pero este álbum es diferente. Quiero que la gente entienda que no se trata de quién está o no está en mi vida. Se trata del arte, de las emociones que me inspiran, de lo que quiero expresar. No se trata de mi historia personal, se trata de la historia que quiero contar con mi música».
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