Orígenes, viajes, experiencia. Y la certeza de que una maleta es más que un receptáculo. De la cultura de viajar que ha forjado la historia de la marca nace la nueva campaña Gucci Valigeria, protagonizada por el actor, guionista, director y músico Ryan Gosling.
A través de la lente del fotógrafo Glen Luchford, el director creativo Alessandro Michele invierte el sentido narrativo clásico y ambienta la campaña en una dimensión onírica que trasciende los límites que la separan de la realidad para contar un presente construido sobre el potencial de la imaginación y el encuentro.
La colección Gucci Savoy es el producto narrativo de una historia que huye de la grandeza típica de los viajes para conferirle el valor de la memoria a los orígenes de una marca nacida de la intuición y de la observación de potencialidades. Una marca que, gracias precisamente a los viajes, ha propiciado el descubrimiento de mundos y de diversas prácticas culturales.
«Para Gucci, viajar nunca ha sido algo meramente físico. Gucci es la firma que acompañaba a artistas, escritores, actores y directores de Hollywood en sus viajes… Por eso quería que la campaña publicitaria plasmase una dimensión situacionista en la que el protagonista atraviesa un ‘no-lugar’ que es, ante todo, un espacio mental, igual que aquellos que elegían y eligen Gucci. Y este es el motivo por el que aparece una maleta de Gucci como si de una maleta mágica se tratase», afirma su director creativo Alessandro Michele.
Es precisamente en el acto de viajar donde radican los orígenes de Gucci. Fue fundada en Florencia en 1921 por Guccio Gucci, quien más de veinte años antes, con tan solo 17 años, emigró a París y posteriormente a Londres. En la capital inglesa, el joven florentino trabajó como botones en El Hotel Savoy, el destino por excelencia de los viajeros internacionales. Ya de muy joven, Guccio Gucci descubre la magia de viajar que, en aquella época, era sinónimo de descubrimiento, debate y estudio, además de puente entre culturas diversas.
Eran tiempos en los que viajar implicaba vivir experiencias, desterrar las certezas del entorno social propio, la búsqueda de lo inesperado y el deseo de hallar y conocer. A su regreso a Florencia, no pudo sino recordar esa realidad observada y estudiada, asimilada y lista para ser transferida a su práctica profesional. Y eso mismo fue lo que hizo Guccio Gucci con sus primeras maletas, baúles, bolsos y sombrereras.
En una inversión narrativa comprendida en un intervalo de espacio-tiempo, esos mismos receptáculos se convierten en los protagonistas de la campaña publicitaria de la colección Gucci Savoy, que incluye maletas blandas y rígidas con y sin ruedas, bolsas de viaje, baúles, sombrereras y estuches de belleza. Objetos que encapsulan experiencias y anhelos y que, tal y como se aprecia en las imágenes y el vídeo de la campaña, colman la caja de una lustrosa pick-up.
Y es en este sueño contiguo a la realidad donde reside Ryan Gosling. Al final de un recorrido repleto de salidas y llegadas, se le presentan espacios sorprendentes a través de un baúl que se convierte en un portal a mundos fantásticos que resultará ser más real de lo que nadie podría imaginar, pues desemboca en esa realidad del descubrimiento que siempre ha tenido el poder de crear mundos inesperados.
Gucci Twinsburg: una oda a la reflexión y la individualidad.
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