Si alguna vez te han lanzado esa pregunta —“¿Qué prefieres, sexo o comida?”— no te preocupes, no hay necesidad de elegir. Porque, al igual que el amor y la pasión, sexo y comida van de la mano. Y no estamos hablando de clichés ni de fantasías de anime japonés tipo Food Wars. Estamos hablando de experiencias sensoriales que se potencian mutuamente, donde el deseo y el sabor se fusionan para crear el orgasmo total.
El sexo y la comida no son tan diferentes de lo que te imaginas. Ambas son una explosión de sentidos: tacto, vista, olfato… ¿Por qué no mezclar lo mejor de ambos mundos? Como bien apunta la sexóloga Megwyn White de Satisfyer, «comer y tener sexo son experiencias sensoriales. Apelan a los mismos sentidos. ¿Por qué no fusionarlos?». Y si lo piensas bien, tiene todo el sentido: lo que decides meter en tu cuerpo puede ser el secreto para intensificar tus momentos más íntimos.
El menú del placer
Si quieres elevar tu vida sexual y gastronómica al siguiente nivel, es hora de que pongas atención. Comencemos con el clásico: las ostras. Siempre un must, ricas en zinc y selenio, que no solo mejoran la testosterona, sino que te hacen sentir como un dios. Además, su historia como potenciador de libido viene de lejos. Pero si realmente quieres sorprender, las granadas son tu nueva obsesión. Símbolo de fertilidad, estas frutas son un boost de ánimo, circulación sanguínea y testosterona.
No nos olvidemos del aguacate que es un afrodisíaco por excelencia. Con sus grasas saludables, vitamina B6 y, por supuesto, el nombre de «ahuacuatl», que significa «árbol de los testículos». Y para esos momentos de intensidad máxima, el azafrán y el picante son la clave. El primero, con su capacidad para potenciar la libido, y el segundo, con la capsaicina que activa tu sistema nervioso y te pone a mil. A lo largo de los siglos, los amantes más exigentes ya sabían que el ajo, la albahaca, el orégano, el jengibre y la canela son más que simples especias: son preparadores de una gran función.
Y hablando de placer inmediato, la sandía no puede faltar en tu despensa. Conocida como la «viagra de la naturaleza», está llena de citrulina, un aminoácido que relaja los vasos sanguíneos y mejora la circulación. El boniato y las verduras de hoja oscura, también son aliados perfectos para mantener en forma tu salud renal. Básicamente, si cuidas lo que comes, tu cuerpo te lo va a agradecer en la cama.
Todo es cuestión de equilibrio
Es fácil caer en la trampa de pensar que los afrodisíacos son una fórmula secreta para un sexo perfecto, pero la realidad es que todo es cuestión de equilibrio. Los mitos sobre Casanova y sus 50 ostras al día o Cleopatra y sus afrodisíacos (entre perfumes, opiáceos y elixir de amor) no te van a dar el superpoder. El deseo no se despierta de un día para otro solo por comer algo. Pero, claro, ciertos ingredientes realmente pueden estimular tu cuerpo, sin ser una pastilla mágica.
Ahora bien, cuidado con el azúcar. El exceso del mismo (sobre todo en refrescos y bebidas procesadas) puede ser el asesino silencioso de tu libido. Los fosfatos en las bebidas carbonatadas bloquean las arterias, lo que puede llevarte directo a la disfunción eréctil. ¿Lo peor? Los aditivos artificiales también afectan tu equilibrio hormonal sin que lo notes. Y no, no es ciencia ficción, es ciencia real. El azúcar y los aditivos son el enemigo del placer, tanto físico como emocional.
No te pierdas a este chef que transforma comida rápida en gourmet.
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