Texto de Mateo Navarro.
Berlín es, sin duda, sinónimo de tendencias y movimientos en constante cambio que fusionan moda, música, arte, diseño y la escena de clubes como ninguna otra ciudad en el mundo. Este espíritu desenfadado, retador y rebelde es el motor del Berlin Fashion Week (BFW), que desde 2007 ha promovido diseñadores locales e internacionales en una plataforma en continuo crecimiento. Entonces, ¿estamos presenciando el ascenso de un gigante?
En junio de 2024, se anunció la asociación del Berlin Fashion Week (BFW) con la Copenhagen Fashion Week (CPFW) para introducir requisitos de sostenibilidad. Esta colaboración refuerza el compromiso del Consejo de la Moda de Alemania con la implementación de normas mínimas de sostenibilidad en la industria, dando lugar a colecciones, conversatorios y encuentros alrededor de este principio.
La edición Otoño-Invierno 2025 del BFW se apoderó durante cuatro días de algunos de los espacios más icónicos de la ciudad: desde la suntuosa Filarmónica de Berlín y antiguos teatros, pasando por refugios históricos, hasta espacios culturales donde convergen la escena del club y diversas numeraciones artísticas. Más de 30 diseñadores, colectivos y casas de moda presentaron sus colecciones en una programación que incluyó exhibiciones, eventos y conversatorios que reunieron a la industria creativa.
Repasemos los momentos más destacados de esta edición.
1. El manifiesto político-social de GmbH y la relación Pasado-Futuro de Lueder.
Serhat Işık y Benjamin Alexander Huseby, fundadores de GmbH, elevaron la conversación política global con suéteres que llevaban el lema ‘Refuse to trade with the enemy’ (niéguense a comerciar con el enemigo). En su colección más personal hasta la fecha, la firma rinde homenaje a sus propios orígenes y a la resistencia de sus padres en los años 70, quienes encontraron en la sastrería clásica una forma de dignidad y oposición. Su colección Otoño-Invierno 2025 se compone de siluetas estructuradas combinadas con prendas utilitarias y de trabajo, contrastadas con referencias a la alta costura en forma de abrigos voluminosos y transparencias. ‘From Another Reality’ es, en síntesis, una oda a las raíces y al vestir como acto de resistencia.
Por su parte, Marie Lueder presentó abrigos voluminosos, bolsas de piel sintética y prendas icónicas como el top con la inscripción ‘Men are so back’ y las medias con el estampado de ‘Social Anxiety’. Lueder juega una vez más con interés y gracia, para hacer de pantalones vaqueros, o zapatos de punta imposible, piezas de deseo y culto.
2. La reinterpretación de la escena clubbing: cortesía de Maximilian Gedra y SF1OG.
SF1OG, la marca de Rosa Marga Dahl y Jacob Langemeyer, sigue consolidándose como un referente del BFW edición tras edición. Su deslumbrante pasarela en ‘Halle am Berghain’, un recinto muy cercano al legendario club Berghain, exploró el rock y el grunge con prendas de punto, pantalones de cuero y zapatillas Converse de bota en combinación con accesorios como las gafas de sol a rayas, un accesorio ampliamente utilizado durante los 2010’s, reafirmando que el «Grunge-Indie is not dead».
En paralelo, Maximilian Gedra con ‘The Office’ llevó la excentricidad al extremo. La colección reta el acto de vestir en el día a día exagerando las hombreras en los clásicos blazers, o vestidos extremos completamente hechos de botones o ganchos nodrizas. Recordemos que la marca ha colaborado recientemente y en más de una ocasión con Lady Gaga, quien vistió uno de sus diseños durante el videoclip de ‘Abracadabra’, y cuya canción además resonó en todo el recinto como parte del cierre de la pasarela.
3. La maternidad como fuente de inspiración perpetua: Richert Beil.
La colección de Richert Beil abordó la maternidad y sus contradicciones. Desde el llanto de un bebé al inicio del desfile hasta una modelo embarazada en la pasarela, la marca de Jale Richert y Michele Beil cuestionó las expectativas impuestas sobre las madres, las cuestiones y retos que el ser madre suponen, desdibujando los límites clásicos del género y abordando cuestiones estéticas, el deterioro emocional y la importancia del cuidado maternal como base social. La presentación, además, tuvo lugar en el Fichtebunker, ubicado en el distrito de Kreuzberg, un gasómetro del siglo XIX que sirvió de refugio para familias y personas sin hogar durante la Segunda Guerra Mundial, subrayando el mensaje de resiliencia y fragilidad.
4. Sobre la ropa de toda ocasión, el nuevo traje y la difusa línea entre la oficina y el hogar: firmado por Odeeh, Marke, William Fan y Balletshofer.
En un mundo donde la línea entre la vida personal y profesional se desdibuja, solo aquellas prendas capaces de adaptarse a la versatilidad que la vida actual demanda sobreviven en el closet. En su infinita búsqueda de perfección y balance entre elegante y casual, Odeeh propuso una colección versátil, presentada en un formato de ‘Atelier’ donde los asistentes podían interactuar con los diseñadores y sus bocetos.
Por su lado, Balletshofer explora una vez más las posibilidades de traducir los elementos tradicionales de la sastrería clásica en estilos urbanos. Balletshofer, en colaboración con Berliner Zeitung, llevó a escena una reinterpretación del atuendo de oficina con modelos portando periódicos, cafés y croissants. Su propuesta destaca por prendas minimalistas con detalles sofisticados que se adaptan con naturalidad al día a día.
Por su parte, Marke jugó con la nostalgia inspirándose en las ‘Bright Young Things’ y en Miss Havisham de ‘Great Expectations’ de Charles Dickens. Mario Keine, diseñador de la marca, fusionó técnicas de sastrería clásica con transparencias, volantes y perlas, creando un puente entre el pasado y el presente.
Por último, William Fan celebró el décimo aniversario de su firma homónima a lo grande. La pasarela tuvo lugar en la emblemática Filarmónica de Berlín y presentó piezas de archivo reinventadas en una colección inspirada en la ópera tradicional de Pekín, explorando el dramatismo y la elegancia en contraste con el vestir tradicional chino y la contemporaneidad occidental. ‘ALTER EGO’ contó, además, con la participación de varias celebridades, entre ellas Bruce Darnell, el célebre coreógrafo y modelo estadounidense, y culminó con un concierto de cierre para todos los invitados. ¡Bravo, William Fan!
5. Sensualidad y vanguardia: Sia Arnika
Sia Arnika trasladó a los asistentes a las afueras de Berlín para presentar una colección inspirada en la «Harbor-Bitch», una trabajadora de fábrica de la isla danesa de Mors (lugar de origen de la diseñadora) que vive en los límites de la mitología. La marca encarna la seducción y la amenaza con prendas entalladas, medias de rejilla y cuadros escoceses. En un guiño a la tradición, los diseños incluyeron una reinvención del zueco danés, transformado en un zapato de tacón con forma de gancho.
En su edición Otoño-Invierno 2025, el Berlin Fashion Week reafirmó su esencia transgresora y su papel como epicentro de la moda experimental. A través de discursos políticos, exploraciones nostálgicas, compromisos con la sustentabilidad y visiones vanguardistas, esta edición demostró que la moda en Berlín es un reflejo de su espíritu: inconformista, radical y en constante evolución. Más allá de las tendencias, el BFW dejó en claro que su esencia reside en la autenticidad y la resistencia, consolidándose como un escenario donde la creatividad desafía normas y reescribe el futuro de la industria.
En un mundo donde la moda a menudo se ve sometida a las reglas del mercado y la producción masiva, Berlín sigue apostando por lo disruptivo, por diseñadores que no temen al riesgo y por narrativas que traspasan la pasarela para convertirse en símbolos de cambio.
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