Texto de Ana Franco.
La mayor estrella del pop de nuestros días se ha puesto un reloj, y lo hemos celebrado como si nuestro hijo hubiera ganado un Oscar. Porque Taylor Swift, que es un referente de casi todo, no suele llevar ninguno. La última vez que lo hizo, al menos en público, fue en la pasada gala de los Grammy, los premios más importantes de la industria musical. Entonces se ciñó al cuello a modo de gargantilla un diminuto reloj cuadrado vintage en blanco y negro de la diseñadora de joyas Lorraine Schwartz, de nombre Concord.
Han transcurrido nueve meses de aquello, una eternidad para quienes nos fijamos antes en la muñeca de un famoso que en el color de sus ojos. Pero el pasado fin de semana, mientras la mujer del momento se dirigía al palco del Arrowhead Stadium, en Kansas City (Misuri, Estados Unidos), para ver a su novio Travis Kelce jugar a fútbol americano con su equipo, los Kansas City Chiefs, había algo en ella que relucía. Aguzando la vista vimos que se trataba de un Tambour de Louis Vuitton, un modelo similar al que se ajustó Bradley Cooper en la entrega de los Oscar que tuvo lugar en marzo de este año.
El de la cantante y compositora no era rojo, como el conjunto de cuadros de Versace que vestía, sino amarillo como el oro y con la esfera blanca. Y algo más serio de lo que se le presupone a un reloj de una firma de moda. El Tambour (tambor en francés, por su forma cónica) es el ejemplar con el que Louis Vuitton, la enseña más rentable del grupo del lujo LVMH, se estrenó como marca relojera, en 2002. El año pasado entró con él en el segmento de los deportivos de lujo con brazalete integrado, el de más éxito actualmente en relojería.
El Tambour elegido por Swift mide 40 mm de diámetro y 8,3 mm de grosor, y es más estilizado que los primeros que vieron la luz hace 22 años. Además, porta un nuevo movimiento, el primer automático de tres agujas diseñado por la manufactura de Ginebra de Louis Vuitton, La Fabrique du Temps, en colaboración con el especialista en movimientos Le Cercle des Horlogers. Aporta horas, minutos y un segundero a las 6h, y se puede ver a través del fondo de la caja. Su reserva de marcha es de 50 horas, aproximadamente. El precio asciende a 59.500 euros. Será por dinero.
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