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Todo sobre el excitante debut de Daniel Lee en Burberry

Te contamos todo sobre el emocionante debut de Daniel Lee para Burberry en el marco de la Semana de la Moda de Londres.

El desfile de Burberry bajo la dirección creativa de Daniel Lee fue uno de los momentos más esperados de la Semana de la Moda de Londres. Una colección habitada por todos los arquetipos británicos, llena de luz, rosas y emoción. Te contamos todo sobre el debut de Lee para la marca de culto.

La expectación en torno a la incursión del diseñador de Bradford en la casa británica tenía a todas las esferas de la moda en vilo. Pero Lee, a través de su propuesta AW23, no sólo llevó la marca a una nueva era moderna, si no que también rindió homenaje a sus raíces archivísticas. Una estela mágica que ya pudimos ver reflejada en su paso por Bottega Veneta, hechizando toda la identidad de la marca, y llevándola al clímax de la moda.

Esta propuesta para la temporada AW23 de moda femenina, enmarcada en LFW, se convierte en una auténtica oda a Inglaterra, y al redescubrimiento del carácter británico de la firma de lujo. Todo un tributo que Daniel Lee desplegó sobre un pequeño enclave de Kennington. Concretamente un parque en el que levantó una enorme carpa que llenó de cojines de cuadros marrones de Burberry y acogedoras mantas que cobijaron a asistentes icónicos como Naomi Campbell o Anna Wintour.

Ese se convirtió en el escenario sobre el que Daniel Lee presentó una serie de personajes y arquetipos británicos: desde los punks hasta los cazadores de zorros. Sin olvidar la rosa inglesa, como constante que floreció en forma de estampados y de palabras de manera poética, mientras Burial le ponía la banda sonora a todo su universo.

“THE WINDS OF CHANGE”

La colección rindió así homenaje a la rosa inglesa en una colección en la que columnas de punto flexible se fruncían en forma de capullos de rosas, o chaquetas de corte largo se estampaban con motivos de rosas. “Una rosa no siempre es una rosa” rezaba una de sus camisetas.

Pero más allá de esa referencia bucólica, la elegancia y la tradición recorrieron todas las piezas, esta vez remasterizadas para conectar con la era moderna mediante vestidos de pañuelo con drapeados asimétricos o grandes dosis de tartán en distintos tonos eléctricos. Los cuadros identitarios de Burberry se presentaron así en esos colores vibrantes en sastrería, abrigos de manta y prendas de punto.

Cubriendo todo ese escenario de exploración de la belleza más pura, se encontraban una serie de gabardinas sobredimensionadas con solapas de piel sintética, así como clásicos abrigos deconstruidos, combinados con una selección de calzado que también cristalizó todas las miradas presentes. Botas de lluvia de goma XXL coexistían con sneakers o sandalias cuadradas, mules y zapatos de salón, algunos de ellos embellecidos con notas de piel sintética y shearling.

Finalmente, el director creativo experimentó con el arte de lo bizarro y de la extravagancia en sus accesorios, mediante gorros de pato de punto o colas de zorro que colgaban de los bolsillos y de las asas de los bolsos, haciendo referencia a las altas esferas sociales que visten Burberry.

En resumen, Daniel Lee ha conseguido en tan sólo seis meses al frente de la casa británica, revolucionar la identidad de la marca y llevarla a una nueva dimensión emocionante. Porque este Burberry es para siempre.

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