La primera colección de Louis Vuitton para bebés es suave y envolvente, elegante pero juguetona. Una ofrenda atemporal perfecta para acompañar a los más pequeños durante sus primeros días.
Una selección exclusiva de ropa, zapatos, accesorios y objetos que reúne el arte de algunos de los métiers de Louis Vuitton con una calidad, dulzura y alegría excepcionales. Los símbolos de la maison se materializan con picardía y familiaridad en el nuevo Méli-Mélo, un patrón que reorganiza el icónico monogram pero, esta vez, con un toque de serenidad.
Las emblemáticas flores de LV están presentes en las perforaciones de los zapatos de piel, dibujadas en el punto tridimensional sobre la cachemira más fina y como una discreta etiqueta adherida a muchas de las piezas.
De esta forma, la casa de moda ha creado un precioso mundo en el que cada ítem desempeñará un papel en la vida del bebé. Además, la colección incluye un elemento que se transforma en un regalo para toda la vida: un baúl ropero que encarna más de 160 de tradición de Louis Vuitton.
La idea de una colección para bebés se inspira en diferentes momentos de la historia de la maison. Gaston Louis Vuitton introdujo los juguetes en el universo de LV con un Salon de Jouets dentro de la tienda de los Campos Elíseos, en París, en la década de 1930. Más recientemente, la infancia fue el leitmotiv de la campaña de LV.
De esta forma, la colección para bebés busca crear un vínculo emocional con la casa en el que los recuerdos se convierten en momentos simbólicos. Compuesta de una cuidada y exclusiva selección de piezas con estilos para el día a día y también para ocasiones especiales, además de juguetes que, sin duda, se convertirán en recuerdos para toda la vida. Sobre el blanco, el beige y el gris, los motivos en tonos pastel se animan con divertidas salpicaduras.
La colección ha sido diseñada para ser utilizada hasta los 12 meses de edad e incluye bodies, conjuntos, pijamas, un vestido y un abrigo con capucha de doble cara con flores Monogram y el motivo Méli-Mélo en el interior. Todos los detalles están perfectamente cuidados con delicadeza y meticulosidad: desde los bóteles de nácar en los cárdigan de cachemira hasta los pequeños bordados en bombachos o bodies.
Los dos modelos de zapatos disponibles cuentan con perforaciones adornadas con la flor Monogram que aporta un toque extra de ternura a cada look. Las pantuflas de punto y los gorritos de flores mantendrán los pies y las orejas de los más pequeños bien calentitos. Baberos, calcetines y otros pequeños accesorios se convierten, además, en el regalo ideal.
Por último, la calidez de los accesorios textiles acaricia con mimo a los más pequeños: el peluche de seda natural con flores bordadas, la manta de punto Monogram y la manta Méli-Mélo gruesa de doble cara. Dos estuches, una maleta pequeña y un neceser reinterpretan el tradicional tejido Jacquard con detalles en piel y ribetes amarillos. Grabados con diferentes motivos de LV, un vaso de plata, una caja de recuerdos y un sonajero redondo combinan refinamiento y funcionalidad a la perfección.
El osito Louis cubierto en Jacquard con ojos de flor Monogram y una tierna sonrisa se convertirá en el mejor amigo del bebé. Confortables al tacto y diseñados para durar, los materiales han sido minuciosamente seleccionados siguiendo el compromiso de Louis Vuitton con el abastecimiento responsable. Además, el algodón empleado cuenta con certificación LWG, y la cachemira y la lana de oveja proceden de socios que garantizan el bienestar de los animales.
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